La lechona del Sr. Estrany

Sabemos de buena tinta que le fue decomisada al Sr. Estrany una lechona por haberla entrado de matute, lo cual da la medida de lo que es capaz este señor.

 

Cuando un hombre con tanto dinero como él, defrauda, (cogiéndolo en infragante delito en el momento de sacrificar el animal), a un arrendatario de consumos y por la mezquindad que supone el pago de derechos de una lechona, ¿qué no será capaz de hacer con los infelices obreros que tiene bajo su mando?

 

¿No es este un hecho que corrobora la verdad de cuantas cosas se le han dicho públicamente por medio de hojas, respecto a actos que tienen perfecta semejanza con el acaecido sobre la lechona?

 

Pues bien, este señor, que para ahorrarse unos céntimos no repara en contravenir los impuestos que la ley marca, tampoco tiene escrúpulo en llevar al banquillo de los acusados a tres honrados obreros padres de familia, solicitando se les condene a una barbaridad de años de destierro, prisión y pago de 50.000 pesetas de indemnización, por el grave delito de decirle la verdad.

 

Juzguen nuestros lectores y comenten con serna imparcialidad la conducta del mencionado señor Estrany.

 

EL OBRERO BALEAR

NÚM 778, 30 de diciembre de 1916

El judici de can Estrany