LA GUERRA

 

Dice “El Socialista

 

“Las comunicaciones

 

La intranquilidad que ha producido en la opinión la ruptura de la paz europea ha favorecido a la vez el desarrollo de fiebre reporteril, que llena la mitad de las planas de los periódicos con noticias más o menos verosímiles, pero desprovistas casi todas del carácter de autenticidad, con lo cual más que informar al público del curso de la campaña que tiene por escenario la Europa central, lo que se consigue es extraviar la opinión.

 

Hay una razón poderosa para poner en cuarentena cuantas noticias nos vengan del teatro de la guerra, o por lo menos para considerarlas como producto de una disculpable parcialidad. Se carece en absoluto de comunicación con Alemania, puesto que el cable de Vigo a Edem ha enmudecido a raíz de la declaración de guerra hacha por Inglaterra, completándose así la incomunicación telegráfica con aquella nación, de donde tampoco pueden venir noticias por correo.

 

Conservamos comunicación postal y telegráfica con Francia e Inglaterra. Los cables de Barcelona a Marsella y los de Vigo y Bilbao a Inglaterra funcionan sin interrupción; pero sujeto a la censura el servicio que por ellos curse, ni que decir tiene que sólo llegarán a España aquellas noticias cuya divulgación convenga a los Gobiernos de París y Londres.

 

Inglaterra, dueña del mar por el poderío de su flota, lo es también de las comunicaciones telegráficas submarinas, porque las principales compañías de cables son inglesas y no se transmite por ningún cable noticia alguna que no sea autorizada por el Gobierno inglés y éste, aleccionado por lo ocurrido en la guerra ruso-japonesa, en la que por la información de los corresponsales del campo ruso conocían los japoneses los movimiento y situación del enemigo, ha querido seguramente prevenir esta contingencia y no permite que circulen más noticias que las que convengan a sus intereses. Téngalo esto en cuenta nuestros lectores.

 

La Prensa barcelonesa y la información de la guerra

 

¡Por Dios, señores, no tirar tanto de la cuerda, que puede romperse!

 

Bien está que se procure colocar algunos ejemplares más –pues no hay cada día guerras europeas-, pero siempre que no sea a costa de la seriedad de la publicación y no se llenen las columnas de relatos de fantásticas batallas, solo sostenidas en la imaginación del arreglador o confeccionador de telegramas.

 

En los pocos días que lleva de empezado el conflicto europeo la Prensa barcelonesa ha hecho cosas enormes: Ha matado a M. Caillaux, valiéndose del hijo de Galmetre como instrumento vengador; ha dado muerte al generalísimo Jofre: ha hundido unas cuantas escuadras al fondo de los mares, una de las cuales, compuesta de 16 acorazados y 9 “dreagnhuts” y ha realizado, en fin, una serie de proezas dignas de la prodigiosa imaginación de Edgardo Poe.

 

Tanto se ha venido abusando de la bondad y de la excesiva credulidad de pueblo, que éste empieza a darse cuanta del timo de que va siendo objeto, no prestándose ya tan pacientemente como hasta aquí a la burda maniobra.

 

Al hablar de la prensa barcelonesa en los términos expresados no queremos aludir, ni remotamente, a todas las publicaciones diarias que ven la luz en esta ciudad, sino a determinadas Empresas periodísticas, que más que destinadas a ilustrar a la opinión y a darle cuanta imparcial y exacta de los acontecimientos que se desarrollan en el teatro de la guerra, parecen empeñadas en sembrar la confusión entre sus lectores y en burlarse indignamente de ellos.

 

A estas publicaciones, que no debemos ni queremos mentar, pero cuyo nombre está en los labios de todos los barceloneses que no sean rematadamente bobos; debe hacerlas el pueblo el vacío, obligándolas a que le traten con alguna mayor consideración de lo que vienen haciéndolo en la actualidad.

 

JOSÉ CAMAPOSADA

 

Barcelona

 

Y lo que pasa en la Prensa de Madrid y Barcelona, sucede aún en mayor proporción con la de esta capital.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 653, 15 de agosto de 1914

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL I MALLORCA