Los sucesos del lunes

La guardia civil y la caballería en la calle.- Fuego sobre la multitud indefensa.- Dos heridos.- ¡Abajo el Gobernador!.- Actitud de las Sociedades Obreras.

 Al coger la pluma para relatar la barbarie oficial desarrollada el lunes contra nuestro pueblo al salir éste desesperado a la calle en busca de carbón con que poder condimentar sus comidas, después de pasar días y días sin poder adquirir tan necesario combustible; al pensar que esa falta de carbón se debe a la imprevisión de las autoridades y a su ineptitud e indiferencia con que han mirado este importante problema, cuyo peligro ha venido señalando diariamente la prensa y señaló también el concejal socialista en una de las primeras sesiones celebradas por el Ayuntamiento en el presente año; al ver la falta de base y orientación del gobernador y Junta provincial de subsistencias para dictar medidas de eficacia práctica encaminadas a evitar los conflictos de escasez, ya que no de carestía, del carbón y materias alimenticias de primera necesidad; al pensar que la desorientación, falta de voluntad y de energía del gobernador llegan hasta el extremo de no saber las existencias que de dichas materias hay en la provincia, ni conocer tampoco las necesidades del consumo, bases elementales para proceder al abastecimiento público; al imaginarnos que de haber tenido las autoridades esa previsión y esos conocimientos y un poco de voluntad para abastecer el mercado hubiera sido lo suficiente para evitar conflictos como el del lunes; al pensar todas estas cosas y ver que la falta de carbón ha venido y con ella la desesperación en las familias, con la forzosa y necesaria repercusión en las calles, y al ver que al estallar el conflicto se reprime con la violencia brutal de las armas, y se ametralla al pueblo por la guardia civil, y cae un hombre herido de Mauser en la calle, y una mujer es herida también en el balcón de un segundo piso, sin que antes ni después haya sido herido ningún individuo de la fuerza armada, no haya sonado ningún tiro del pueblo toda esa serie de hechos y consideraciones hace encrespar los nervios, oprimen de rabia e indignación nuestros corazones y nos hace exclamar, dirigiéndonos al Gobernador.

 

¡Habéis dado lugar con vuestra imprevisión e impericia, al grave conflicto del carbón para daros el gusto de sacar la fuerza armada a la calle y resolver a tiros el problema!

 

Y un gobernador que así procede ¿no merece que se le castigue, al menos con la destitución del cargo?

 

Sí; a las pruebas de ineptitud y otras hierbas que ya tenía dadas, ahora hay que añadir las de cruel y sanguinario. Los hechos del lunes lo patentizan bien claro.

 

Palma entera condenada indignada la conducta del gobernador en aquellos sucesos, todo el vecindario le censura y pide justamente que se le destituya.

 

Nosotros creemos que el Sr. Estruch permaneciendo en el mando de la provincia es un peligro y una burla para la ciudad de Palma, que ya tiene pedido por dos veces su relevo.

 

¡No una hora más en el mando de la provincia!

 

¡Abajo el Gobernador!

oooooOooooo

 

El mismo día de los sucesos por la noche se reunieron en el Centro Obrero todas las Juntas Directivas de las Sociedades, tomándose los siguientes acuerdos que fueron enviados al Gobernador Civil y a la prensa para su publicación.

 

1º Considerar la actitud adoptada por el pueblo en el día de ayer, completamente justificada e hija del desespero por la falta de carbón con que condimentar la comida.

 

2º Atribuir la dicha falta de carbón a imprevisión manifiesta de las autoridades, que no han sabido a tiempo conjurar el conflicto, procurando abastecer a la ciudad con las existencias que hay en la isla, siendo por consecuencia las indicadas autoridades las únicas responsables de los sucedido.

 

3º Hacer saber al Sr. Gobernador que el conflicto del carbón subsistirá cada día con más gravedad, si no toma inmediatamente enérgicas medidas encaminadas a surtir el mercado de Palma, con las existencias que hay en los pueblos de la provincia, pues este Centro Obrero sabe que existen 2.866 quintales de dicho combustible, contratados ya para diferentes carbonerías de esta capital y que sus propietarios retienen en los pueblos de Esporlas, Campanet, Caimari y Puigpunyent, amén de otras partidas que existen en Mancor, Andraitx y Artá.

 

4º Que como la falta de carbón es debida en gran parte al exceso de consumo del presente año con relación a los anteriores, por consumir dicho combustible, a falta del mineral, casi todas las fábricas de electricidad de Mallorca y otras industrias, habiendo sustituido también el koc y en gran parte el gas en los hogares domésticos, procede hacer una economía de carbón vegetal mediante la paralización de los tranvías, suspensión en teatros y cines y algo de alumbrado eléctrico en cafés, casinos y demás establecimientos de carácter público, por espacio de quince días, a fin de que el ahorro de electricidad que se indica aumente las disponibilidades de carbón para usos domésticos.

 

5º Hacer pública su más enérgica protesta contra el uso injustificado de las armas en las calles de esta capital, por la guardia civil, contra el hambriento y pacífico pueblo palmesano y del que fueron víctimas un obrero y una Serra; y

 

6º Considerar que siendo la huelga de los albañiles consecuencia lógica y natural del problema de las subsistencias y que sólo la elevación del salario a la proporción del precio de aquellas, puede hacer desaparecer el malestar que hoy existe, se acordó por unanimidad solidarizarse con dichos huelguistas y llamar la atención a la clase patronal y autoridades para que vean si la mercancía – obrero, ya que no hombres, merece la consideración que se ha tenido con las otras clases de mercancías que han subido desde el 50 `pr 100 por arriba, sin que dicho aumento haya sido regateado.

 

Palma 18 de febrero de 1918.- El presidente, Miguel Porcel.- El Secretario, José March.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 837, 22 de febrero de 1918

LA MORT DE MIQUEL CABOTÀ

CRISIS DE SUBSISTÈNCIES