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¿Quién es Gabriel Binimelis? Esto es lo que muchos no saben. Pero nosotros, con el fin de evitar confusiones deshonrosas para el partido socialista y de demostrar a la vez el poco escrúpulo que ha tenido el partido republicano en la elección de candidatos para concejales, vamos a darlo a conocer a la clase trabajadora y al público en general, para que no ignore quien es este sujeto y los electores del tercer distrito lo tengan presente el día de las elecciones municipales próximas. He aquí su fotografía al desnudo. Como convencido anarquista, en el mitin del primero de Mayo de hace cinco años celebrado en Palma en el local denominado Barcelona, dijo que la clase trabajadora debía huir de la política como de la peste y que debía prepararse para asaltar los municipios y diputaciones y hacer tabla rasa de todos los políticos que mangonean los intereses del pueblo y le oprimen con las cadenas de la autoridad que la misma política elabora. Aún no se había extinguido el eco de esas cargas contra la política y el excelentísimo farsante ya ocupaba un puesto de interventor en la mesa electoral del colegio de los Capuchinos. Desde aquel entonces, en casi todas las elecciones que se han celebrado ha seguido siendo interventor de mesa electoral por un partido político burgués. Eso nos obstante, en el número de 26 de marzo de 1903 de Tierra y Libertad escribió estas palabras, que ya hemos publicado y que repetimos hoy: “Con la política jamás podremos vencer; entre lo corrompido no cabe lo sano, para que no se corrompa y pierda; he ahí nuestro lema. Quien no conoce los males que nos afligen por culpa de esa política ruin y maldita es un insensato, más todavía, un criminal.” Con que ya sabéis trabajadores, con la política jamás podréis vencer, Gabriel Binimelis el mismo lo dice, es un insensato y un criminal porque acepta esa política ruin y maldita, causa de los males que nos afligen. Es bueno esto; pero sigamos, sigamos. En las últimas elecciones de diputados provinciales, uno de los hazme reír que D. Luís Martí se llevó a Valldemosa para comerse a los monárquicos crudos, fue este Binimelis, el cual, pocos días antes a lo que decimos, había repartido periódicos anarquista a unos cuantos obreros y les había dicho pestes de la política, lo que dio lugar a que uno de dichos obreros, Bartolomé Vicens viendo el engaño de que había sido víctima, publicara un escrito en este semanario diciéndole a él y a su camarilla que no hacían mas que vender y traicionar a la clase trabajadora y que lo mismo harían con el partido republicano.
Este mismo Binimelis fue también uno de los principales promotores de la última huelga de los albañiles y nombrado que fue de la Comisión de huelga abandonó el puesto en los momentos más críticos de lucha y se fue a trabajar con su compinche Forteza. Aún recordamos y recordaran seguramente todos cuentos asistieron al último mitin de los albañiles celebrado en la Plaza de Toros durante la huelga, la palindia cantada por este revolucionario y su camarada Ordinas, aconsejando que se transigiera con los que los patronos exigían, pues de lo contrario ellos abandonarían los puestos que ocupaban en la dirección de la huelga, Aquello para todo buen entendedor significaba el ¡sálvese quien pueda! Y … naturalmente, ellos procuraron salvarse. El fue también el presidente de la Sociedad de manteros cuando la huelga con los fabricantes señores Barceló, huelga que aniquiló las Sociedades de la Federación que socorría a los huelguistas, por el enorme esfuerzo pecuniario que tuvieron que realizar, y una vez perdida la huelga y quebrantadas la Sociedades escurrió el bulto y no se volvió a ver por la Federación hasta que, al cabo de bastante tiempo, ingreso en la Sociedad de albañiles para conducirla a la bancarrota. Binimelis, ese candidato republicano por tercer distrito, fue también uno de los que contra todo derecho y razón y obrando jesuíticamente suspendieron de voz y voto a la mayoría de los sociedad de la Sociedad “Centro de Albañiles” para llevársela de la Federación y abandonarla después como lo han hecho ahora. El mismo fue quien, en unión de otros dos en plena luz del día, en la plazoleta de la P[ilegible] insultaron de la manera más soez a indigna a nuestro correligionario Guillermo Nicolau, por haberles éste quitado la careta en una sesión de la Federación. Gabriel Binimelis es, en fin, uno de estos que lo mismo les da ser anarquista que republicanos, despotricar contra la política que intervenir en las mesas electorales, combatir a la burguesía que dejarse elegir para concejal por un partido burgués. ¡Y pensar que ese tipo ha sido elegido candidato a concejal por el partido republicano! ¡Qué asco! Ahora una observación a Binimelis y a su testaferro Ordinas: Cuando os atrevéis a decir que los socialistas somos unos farsantes y vividores de la clase trabajadora y nos desafiáis a discutir ¡pobretes! lo hacéis porque estáis seguros que no os hemos de hacer caso, pues demasiado sabéis vosotros que para discutir los socialistas ha de ser con personas serias, de sano criterio y que sepan lo que es discutir; y claro está, como vosotros sabéis perfectamente que no reunís ninguna de esas tres condiciones es por lo que nos lanzáis tantísimo reto, lo cual sirve de risa a los niños inclusive. Nos parece que con lo dicho la clase trabajadora y el público palmesano en general tendrán lo suficiente para saber quien es ese Gabriel Binimelis y no lo confundirán con los socialistas. Pues ni es socialista, ni lo ha sido nunca ni lo será jamás, porque en el partido socialista no tienen cabida los hombres que como Binimelis dan patentes pruebas de ser incapaces de ajustar su conducta a lo que demanda la seriedad y honradez que caracteriza al Partido Obrero. Núm. 257, 28 de octubre de 1905
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