ACTUALIDADES

SOBRE SUBSISTENCIAS

Hace años que el encarecimiento de las subsistencias constituye en Palma el tema constante de actualidad.

Un día encarecieron las hortalizas, otro la carne de carnero, luego la de buey, más tarde el pan; todos los artículos necesarios para la vida han sufrido una elevación de precios, sea por fas o nefas, y a pesar de los esfuerzos de entidades y Corporaciones aquellos se mantienen y la clase menesterosa se sostiene en Palma como por arte mágico.

¡Es tan desproporcionado el jornal del obrero palmesano con lo cara de la vida ordinaria!

En toda España el empleado de baja categoría está cual retribuido, el obrero mal pagado; pero en ninguna provincia lo están peor que en Baleares y en ninguna de las islas de este archipiélago tanto como en la mayor, y en la capital principalmente.

Y en compensación de ello, los artículos de primera necesidad se cotizan en Palma a más elevado precio que en cualquiera de las otras poblaciones de España.

En Cataluña, en Bilbao, en Oviedo, en Zaragoza en todos los pueblos donde el jornal ordinario suele oscilar entre cuatro y siete pesetas diarias, los artículos que sirven de base a la alimentación se pagan un treinta por ciento más baratos que en nuestra población, donde el jornal medio es de dos o tres pesetas.

Esta es una verdad comprobada.

No es fácil el explicar este desequilibrio, ni es fácil tampoco culpar de el a nadie sin grave riesgo de lamentables equivocaciones.

Pero analizando los hechos con serenidad y sin apasionamiento pronto se dejan adivinar las causas y así aquellos cargos de difícil aplicación van cayendo sobre unos u otros, sin necesidad de que lo demuestren argumentos habilidosos, y sí solamente un estudio de la realidad.

Fijémonos en un solo hecho, y prescindamos de comentarios. Al dar principio la actual temporada de matanza de cerdos cebados, estos se cotizaban a un precio elevado en atención a la gran demanda del mercado catalán. Los tocineros palmesanos fijaron sus precios sobre aquella base anormal. Transcurrido algún tiempo cesa, o se disminuye mucho, la demanda que se hacía desde Barcelona por la introducción de ganado extranjero; y naturalmente ésta es o debe ser causa determinante de una baja notable en los precios del mallorquín.

Y he aquí que los tocineros, de esta capital adquieren las reses diez reales más baratas por arroba, desde hace veinte días, sin que por esto el comprador haya notado ni un céntimo de rebaja en sus compras al detall.

Creemos que este hecho, claro y evidente, dispara la menor duda (si alguien la tuviera) respecto a que pueda llegar hasta el consumidor el beneficio que se obtenga por la supresión del impuestos de consumos sobre el vino.

Y siendo así, ya puede forjar planes y combinaciones la Comisión municipal de Subsistencias, ante la “cooperación” que le prestan nuestros comercios para conseguir el abaratamiento de los artículos de primera necesidad.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 317, 9 de noviembre de 1907

 

fideus