1920 – A un “neutral”

 

En “El Obrero Balear” de la semana pasada hay un artículo de un tal neutral (‘y que neutralidad la suya!) algo así como la neutralidad española; de todos modos, sea quien sea, nos permitiremos varias objeciones a su franca y noble neutralidad.

 

Es creencia nuestra que el citado semanario debía sentir rubor de hablar del mitin que nosotros celebramos ha poco en el “Teatro Balear” porque como muy bien dice el refrán: “ningún loco apedrea su tejado” y esto precisamente es lo que hace los de “El Obrero Balear”, apedrear su tejado cuando hablan o escriben sobre dicho mitin. Los socialistas llevan celebrados varios actos públicos en los cuales han tratado así como han querido a los sindicalistas, en cambio estos últimos tratan con tanto derecho como ellos de censurarlos, de criticarlos y ya saben nuestros lectores como procedieron; con la agravante de que en los socialistas es costumbre inveterada hacer continuamente protestas de ser correctos, disciplinados, cultos, bien educados, etc., etc. A nosotros que no alardeamos de poseer este barniz hubiera sido tolerable, pero para ellos su actitud les ha valido el concepto formado por verdaderos neutrales, de que no creen en lo que predican. Un cosa es charlar y otra dar trigo amigo neutral.

 

No pretendemos descubrir algo nuevo al decir que la Casa del Pueblo, mejor dicho de los socialistas, está regida por jefes socialistas, pues a imposición de estos se ejercen manejos para que las diversas sociedades obreras, que se cobijan en dicha casa, voten cantidades para atender la vagancia de Lorenzo Bisbal y Julián Ferretjans, sin atender a la más elemental noción de respeto hacia los individuos, que en su perfecto derecho, pertenecen a dichas sociedades y que no son socialistas.

 

¿Qué nosotros no tenemos táctica? Si por táctica se entiende adormecer las pocas energías de los trabajadores y obedecer la dictatorial consigna de un jefe admirado, des ahora afirmamos que no, por otra parte, amigo neutro, ya suponemos a usted enterado, a pesar de su firme neutralidad, que los jefes de la casa llamada del Pueblo enseguida que ven huelga que se avecina se aprestan a impedir que se declare, y saben porque lo hacen, no los crea usted tan tontos, pues saben al dedillo que en las huelgas se quebrantan muchos valores, incluso, a veces, según el movimiento, la personalidad del engreído jefe, amén de muchísimos sinsabores que resultan ser muy desagradables comparados con los deleites que les produce a los jefes socialistas ir a la caza del elector y, como consecuencia, la obtención de la deseada acta de concejal.

 

De huelga fracasada, señor neutro, permítanos que le digamos que a los socialistas de “La Casa”, si los dejaran fracasarían muy pocas, como que por su gusto no se declararía ninguna, absolutamente ninguna; si huelgas se suscitan, llevando ellos el cotarro, es porque a los trabajadores por mucho que se les adormezca, no es posible inhibirse en absoluto a que empleen ésta arma.

 

Repase el neutral , las columnas de “El Obrero Balear” y verá como en ellas se sostiene la teoría que se tiene que huir de las huelgas, y, esto lo dicen en momentos de sosiega sin perjuicio de que cuando viene la turbulencia, no tengan valor de sostener las afirmaciones que en instantes de sinceridad hicieron. En el “Teatro Balear” cuando un orador les echó en cara su apocamiento en materia de huelgas, se desesperaron porque de pasar ante los trabajadores, tal cual son, les traería la enemistad absoluta e inmediata de casi la totalidad de los trabajadores.

 

Las huelgas de carreteros, transportes marítimos y electricistas, han fracasado dice el neutral por ser dirigidas por sindicalistas. La de transportes, en otras ocasiones fue dirigida por socialistas y también … fracasó. La de electricistas, ¡si que fue un bochorno! Pero, según tenemos entendido, la gloria de dicha huelga también cabe a un socialista que en el solemne momento de declararse, era el presidente y desertó …

 

Nosotros no prestamos ciego acatamiento a las torpezas que pueda cometer un sindicalista, si es que las comete, y del mismo modo que execramos la dictadura de unos, execramos también la de los otros. No sucedió así con la huelga de tranviarios, en esta huelga, los socialistas más que atender al bien común de la misma, se cuidaban exclusivamente de la personalidad de su Jefe que la dirigía Lorenzo Bisbal, y a pesar de su fracaso no se nos ocurre achacar responsabilidad a nadie, pero así y todo, nos percatamos del egoísmo partidista de los mangoneadores de “La Casa” el cual es harto conocido. El espíritu reglamentario defendido por éstos en cuanto a la duración de las huelgas poco más o menos se inspira en este principio: “Cuando en una huelga la mitad más uno de los puestos abandonados por los huelguistas hayan sido ocupados por esquiroles, se considerará fracasada, y, en consecuencia, se dará por terminada” y en la de tranviarios, no tan solo fueron la mitad más uno de los puestos ocupados, pus como todo el mundo sabe desgraciadamente los esquiroles ocuparon casi todas las plazas, pero los socialistas con tal de acatar las órdenes de su Jefe, no tenían reparos en malparar sus propios principios y si algún individuos intentaba hablar sobre el particular al menos se le excomulgaba. Y no crea el neutral que fuera únicamente un sindicalista el que tal cosa pretendía, pues esta misma razón la pregonaba un individuos que en la actualidad ocupa significado cargo en “La Casa” y sí se empeña, citaremos nombre y apellidos.

 

Es cierto que nosotros hemos convivido en “La Casa” cuando era del Pueblo, y cierto también que ha dejado de serlo en el mismo momento que hemos sido echados porque nosotros, camarada neutral, también somos del Pueblo, y no cabemos en Ella, porque ellos la han querido hacer casa de El partido socialista pero aunque hayamos estado, creemos tener derecho a sostener lo que sostendríamos aún continuando en dicha casa, esto es que ellos están vendidos a un millonario y como prueba, admiremos que defienden sus intereses en el Ayuntamiento, que en ciertas elecciones han recibido dinero de él; que han usado en la batalla que acertadamente le tenían declarada desde las columnas de “El Obrero Balear” muy justificada por tratarse de un gran capitalista que acrecienta su capital a costa de las grandes calamidades que el pueblo sufre.

 

El mismo Bisbal un día decía poco más o menos “que no creía un gran acaparador al filántropo millonario”. Estas palabras despertaron la risa de la misma burguesía, y todo esto, nos ha formado la convicción de que existe tal concubinato entre el millonario y los Jefes socialistas que da lugar a que se forme entre el pueblo, la opinión de que Verga donó la Casa del Pueblo a cambio de comprar a ciertos representantes del obrerismo como Bisbal y Ferretjans (Julián)

 

Esté seguro compañero neutral, que al no aceptar nuestros retos, nuestras controversias, es porque temen quedar hechos añicos. Recuerde que algunas veces han aceptado y controvertido y además a mano tenemos un número de “El Obrero Balear” del año 1918 en el que se sostiene la conveniencia de la tribuna libre, y en cambio ahora, rechazan tal sistema por miedo a quedar en mala postura.

 

 

CULTURA OBRERA nº 47

3 de julio de 1920