1920 –  Huelga de zapateros en Inca – La La Justicia

 

Continúan luchando contra la desenfrenada codicia de sus explotadores que pretenden rebajarles una peseta y una peseta cincuenta; la huelga trascurre con vivo entusiasmo. Nuestros compañeros han hecho circular la hoja que a continuación va inserta:

 

LA JUSTICIA

Abuso Patronal

 

¡Si! …  Para muestra basta un botón. Ved que grado de capacidad alcanzan los que explotan la industria del calzado en Inca.

 

Ciegos por la ambición de amontonar muchos miles y rellenar sus cajas de caudales, han recurrido a la mezquindad de rebajar la mano de obra una peseta y una cincuenta por par, comunicando que era determinado por orden de la “Federación Patronal” de lo cual nos hemos informado oficialmente y sabemos por resultado, que los patronos han abusado y explotado en nombre de la F.P. a los obreros cosa que no estaban autorizados para hacerlo.

 

Nosotros consideramos que debido a la carestía de la vida, se hace imposible por parte de los obreros con el exiguo jornal que perciben el obtener los artículos alimenticios indispensables para nutrir sus estómagos.

 

De seguir los Patronos su desmedida ambición, resultaría como consecuencia que los obreros se verían en la imposibilidad, no ya de atender a sus necesidades, si no que se verían obligados a mendigar para saciar el hambre de sus pequeñuelos.

 

Obreros zapateros, mas vale continuar en la lucha emprendida que trabajar y morirnos de hambre. Si sucumbimos a los deseos de los Patronos, seremos recompensados con miserias y latigazos, como en tiempos del feudalismo que el obrero era tratado peor que una bestia.

 

No abandonéis la unión que el castigo será horroroso por parte de las hienas que nos esperan para devorarnos; procurad todos los medios antes que entregaros a sus garras que tienen sed de injusticias.

¡¡Viva la unión obrera!!

Inca 13 de agosto de 1920

 

Continuad luchando con energía camaradas inquenses es deber ineludible por parte de vosotros luchar hasta conseguir desbaratar los viles planes de la encanallada clase patronal del ramo del calzado.

 

Si algún día capituláis en este combate que sostenéis no os llaméis nunca jamás hombres libres, el obrero que arrastrando un visa miserable sin precedentes se conforma en que le rebajen una peseta y un cincuenta es un castrado y un eunuco.

 

Seguid adelante hasta hacer morder el polvo a nuestros tiranos.

 

CULTURA OBRERA nº 54

21 de agosto de 1920