“El Obrero Balear” no morirá

No morirá porque no debe morir, porque no puede, porque los trabajadores no deben querer que muera. Un periódico que llega a los veintiún años de existencia batallando incesantemente por la causa de los explotados, defendiendo a capa y espada sus intereses y sus ideales de emancipación; periódico que por especio de tanto tiempo ha sabido mantenerse a la palestra luchando denodadamente contra toda clase de enemigos del proletariado, venciendo obstáculos de toda clase y resistiendo suspensiones gubernativas, denuncias fiscales y persecuciones a granel; un periódico que los trabajadores han tenido siempre como propio porque saben que por ellos nació y que por y para ellos ha vivido, conquistando por su consecuencia; seriedad y valentía su aprecio y cariño y hasta el respeto de los adversarios; un periódico que llega a la edad de adulto sin ninguna mancha que desdore su historia acrisolada y que sin tibiezas ni vacilaciones ha sabido cumplir su misión altruista, no puede morir, no es justo ni sensato que muera. Ello seria un crimen, un asesinato de los mismos trabajadores para quienes EL OBRERO BALEAR ha sido, es y será su periódico, su paladín defensor de sus intereses, su cañón del 42 enfilando siempre su puntería contra la clase opresora y detentadora del Poder y de los instrumentos de trabajo.

No podemos ni queremos creer que la clase obrera, de cuyo único apoyo puede vivir el periódico, sea tan ingrata, ni tan suicida que desampare EL OBRERO BALEAR y por negarle su savia vivificadora tenga éste que desaparecer del estadio de la prensa. Lo lamentaríamos por la clase trabajadora misma.

Y no es que pidamos a los trabajadores grandes sacrificios para nuestro semanario, no, lo que les pedimos únicamente es que se suscriban a él, que paguen su suscripción con puntualidad, que lo propaguen y lo defiendan en todas partes; en el café, en el taller, en su Sociedad, en la calle, entre sus amigos, etc. ¿Es esto imposible ni siquiera difícil de hacer? No, con sólo un poco de voluntad se consigue. ¿Qué trabajador no puede gastarse cuarenta céntimos al mes por una suscripción de EL OBRERO BALEAR? ¿Quién no tiene un amigo o un compañero al que puede convencerle para que también se suscriba? Todos tenemos, con un poco de voluntad, alcance para esto y para más.

Desengañémonos, trabajadores: si queremos tener prensa que nos defienda –y ello es tan necesario como tener sociedad de resistencia- es deber de todos apoyarla moral y materialmente, porque sólo con nuestro esfuerzo es posible su existencia y desarrollo.

Todos los trabajadores, pues, y en primer término los socialistas, debemos hacer cuanto está de nuestra mano no sólo para que EL OBRERO BALEAR no muera, sino para dotarle de mayor vigor y más lozana vida que nunca.

Ea, pues, camaradas: Anímese vuestro espíritu y tomemos con resolución y entereza el propósito de poner EL OBRERO BALEAR a la altura que por su historia y sus ideales le corresponde.

¡Viva EL OBRERO BALEAR!

¡Viva el Socialismo!                                

EL OBRERO BALEAR nº 1006

10 de junio de 1921