1921 –  A las sucursales del Gremio de Albañiles

 

Antes de entrar en el fondo del llamamiento que voy a dirigiros para ver si despierto vuestro amor a la causa, si es que lo tenéis, je de aclarar algunos conceptos de este chiquillo charlatán que no sabe lo que se dice, ni lo que se hace, y después vosotros compañeros de las sucursales, que representáis la fuerza del gremio, podréis juzgar la razón que nos asiste siendo vuestro veredicto acatado por nosotros.

 

Dice EL CONFIDENTE FERRATJANS en el número 1.003 de “El Obrero Balear”. La conducta de estos individuos, en el campo societario, está grabada en el libro de actas, y sigue en el número 1.004 un satélite de los suyos. En el número próximo terminaré para aclarar el crimen de que acusamos.

 

Ante tales amenazas, ante tales acusaciones, nosotros “Los sindicalistas de Doublé” esperábamos el número 1005 aterrados ante el gran crimen que nos iban a descubrir; el gran crimen de organizar otro sindicato por no transigir con el acuerdo “de mayoría”, de esta mayoría ignorante e idiota que permitió adherirse a La Unión General de Trabajadores, a esta UNIÓN AMARILLA que aún sigue en la 2º Internacional por escarnio de la clase proletaria y darse de baja de “La Confederación Nacional del Trabajo” en momentos que es perseguida, atropellada y violada por las autoridades.

 

Ante este verdadero atentado a la causa social, nos separamos “Los sindicalistas de Doublé” de la Casa del Pueblo y organizamos La Hueste del Sindicalismo.

 

¿Qué entre esta hueste los hay que están corrompidos por los vicios de la sociedad actual? ¿Quién lo duda! Pero a estos compañeros no los consideramos sindicalistas aunque ellos se lo digan, como tampoco son socialistas todos los socios de la C. del P. ni limpios de pecado; pero es indigno de todo hombre honrado apelar a las hazañas de un borrachín para calumniar a compañeros que son más honrados que tú. ¿Lo oyes? Más que tú, porque con un sindicato de corrompidos hemos impedido se trabajara 10 horas en Porto-Pí y se ganara dos reales menos, mientras tú con un sindicato de honrados no lo pudiste impedir y esto es lo primordial, lo que más interesa a los fines de la organización obrera.

 

Si hubiera en tú cerebro una molécula de dignidad, en vez de vanagloriarte de haber llevado a un obrero a la delegación de policía hubieras publicado estas actas tan comprometedoras para nosotros, y más cuando te exigimos que lo hicieras igualmente con el crimen de que nos acusas; pero como eres tú, infeliz bellaco, el embrutecido en el campo social y en otros campos, no lo has hecho.

 

¿No te acuerdas de aquella junta de directivas que celebró la C. del P. para tratar de prestar solidaridad a la huelga de albañiles en la que tú propusiste (siendo huelguista) que se nos negara el apoyo moral y material, acordándolo así tus correligionarios socialistas, y con cuyo acuerdo se envalentonó la patronal siendo la causa de que durara siete semanas dicha lucha?

 

¿No te acuerdas? que a las tres semanas de lucha la dabas por fracasada sin duda para que decayera el espíritu huelguístico y fracasara de verdad? ¿O ya estabas vendido? ¿Y de solución por cincuenta céntimos que por tu culpa dimos a esta huelga? ¿No recuerdas tu papel de Judas? Sabiendo por persona autorizada, que los patronos hubieran cedido tres reales a la menor resistencia?

 

Tu mismo lo confesaste a la general: Aloy (dijiste) ha sido el único que ha estado en su puesto, pero no extrañéis mi debilidad porque soy joven, ¡Ah, farsante! Eres joven pero aprovechado, ahora veo que eran ciertos los recelos que de ti teníamos.

 

oooOooo

 

Ahora compañeros de las Sucursales, a vosotros incumbe el poner coto a estas intrigas que vuestro jefecillo quiere introducir en el gremio, intrigas que nos obligan a hablar claro en defensa propia, y ante la razón que nos asiste, no hemos de ser nosotros los últimos en callar; lo sentimos vivamente y más hoy que la crisis industrial amenaza de muerte a la producción española; hoy que los grandes truts de acaparadores tienen en sus manos los destinos del Poder Público, no teniendo más leyes que su ambición usurera: hoy que más que nunca es necesario una lección potente para hacer frente a estas bandas de criminales que pretenden con su absolutismo denigrante, aniquilar el espíritu de reivindicación de la clase obrera; hoy que la lucha es de vida o muerte, y que por tanto ésta dependen de nuestra esclavitud o nuestra soñada libertad, os halláis desorientados, sin rumbo fijo, sin brújula y aletargados, confusos, en un caos que parece os satisface, pareciendo que gozáis contemplando esta lucha fraticida de los dos sindicatos de albañiles, y, por más sarcasmo, discutiendo entre vosotros mismos, sin son galgos unos, o podencos otros.

 

Es hora ya de que comprendáis la razón de que lado está y que unánimemente acordéis ingresar en la hueste del sindicalismo revolucionario, que es el adherido a la tercera internacional, la que vosotros alabáis y admiráis sin decidiros a ingresar en ella.

 

Si queréis la verdadera unión, de vosotros depende. Nosotros si que la deseamos y la hemos anhelado siempre.

 

Compañeros, manos a la obra.

 

Viva la unión de todos los obreros. ¡Abajo los farsantes!

 

Por el Sindicato de albañiles de Palma y sus contornos.

 

JORGE ALOY

 

CULTURA OBRERA nº 96

11 de junio de 1921