1922 –  COMENTARIOS

El Congreso de la Casa del Pueblo

 

Yo no tengo que ir al terreno que me quieren llevar, sino al que propiamente debo acudir

(Palabras de Bisbal en la sesión 13 del Congreso)

 

Es necesario no quitar la importancia que en realidad tiene el pleito entre “La Igualdad” y “La Metalúrgica”, no por el hecho de que en sí encierra (a pesar de que es grave) sino por la atmósfera que lo envuelve.

 

Ha habido interés (y no por parte nuestra), de que este asunto no quedase dilucidado, siendo así que lo podía haber estado en momentos que hubiera quizá dado una solución distinta a las huelgas y lock-out de zapateros y metalúrgicos.

 

Como se desprende de la información que da del Congreso “El Obrero Balear” que nosotros nos retiramos del Congreso por cobardía a discutir o mantener las acusaciones que contra Bisbal formulamos en ocasiones distintas, nos apresuramos contando con las columnas de CULTURA a hacer historia de este proceso que tanto perjudica a los obreros zapateros y metalúrgicos y a la organización en general.

 

No existía en nosotros el ánimo de apelar a este extremo, pero las circunstancias y el haber recurrido a todos los procedimientos de norma en la organización nos obliga a ello.

 

Procuremos respetar todo lo digno de respeto, más no cejaremos hasta conseguir desenmascarar a quien da calor y avería las pasiones dando impulso al amarillismo en Palma.

 

Allá por el 14 del pasado Septiembre surgió un pequeño conflicto entre socios de “La Metalúrgica” y la dirección de las obras que en Porto-Pí se construían, propiedad de D. Juan March y cuyo conflicto degeneró en lock-out general metalúrgico. La lucha desde este momento estaba entablada.

Desde hacia algunos años “La Metalúrgica” era la organización modelo y no faltaban alabanzas a nuestras tácticas por parte de los que hoy se entretienen en vilipendiarnos.

 

Por aquel entonces existía la lucha que los compañeros zapateros seguían con tesón contra la avaricia patronal.

 

Transcurrían las semanas sin que estos valientes camaradas desalentaran ni un ápice, y como quiera que la Federación no contaba con las fuerzas que requiere una población industriosa como Palma … Habremos de hacer un paréntesis o mejor dicho un digresión, para exponer nuestro criterio del porqué la Federación no era lo que debía ser, y queremos exponer nuestro criterio por la relación que existe con el asunto del cual nos ocupamos.

 

De todos es sabido la convulsión mundial que originó la gran revolución rusa. La dictadura de Kerenski al principio de la revolución dio lugar a grandes comentarios, ya que Rusia no se había lanzado a la revolución para conseguir un régimen demócrata burgués.

 

La actividad revolucionaria de Lenin y el viaje de Trotski, costeado por suscripción desde América, donde residía éste, a Rusia dio lugar a un golpe de Estado que echó a rodar el poder de Kerenski.

 

Desde entonces la política a seguir experimentó un gran cambio. Los socialistas españoles lanzaron a los cuatro vientos el gran triunfo de la gran república del trabajo, poco tiempo más tarde cambiaban de su criterio y lo hacían porque Rusia ponía el “veto” a los social-traidores Thomás Vandelverde, Janehus y otros y esta decisión de los rusos obedecía a la necesidad del sacrificio personal al interés de la revolución mundial. Esta divisa tenía que contrariar a los socialistas españoles, ya que tienen por norma supeditar el interés colectivo al personal. La juventud española esperanza de todas las épocas, se aprestó a dar el calor que la revolución rusa necesitaba y aquí surgió la escisión.

 

Todos conocemos lo demás: insultos, agravios, vilezas, todo cotra Rusia y sus partidarios.

 

La escisión llevó en si el confusionismo, la organización sufrió una gran crisis.

 

Los Partidarios de Rusia y miembros de la Confederación formaron un solo cuerpo, y la burguesía española empezó a tocar las consecuencias de su propio despotismo, habíase iniciado en España una era de nueva organización. Los socialistas se desesperaban, no podían comportar que la clase obrera cobijara en los pliegues de una bandera que no fuese la Unión General.

 

Por su actitud emancipadora y limpia de prejuicios partidarios, la Confederación se creó un gran odio por parte de los burgueses y autoridades y no tardó a iniciarse la represión más vergonzosa que contra la organización obrera registra la historia.

 

Tres años de represión, durante los cuales no se ha sabido si había muerto la Unión General. El silencio más absoluto por parte de los socialistas ha sido la contestación a los asesinatos en plena calle de obreros maniatados, palizas, tormentos, conducciones por carreteras en pleno invierno, etc. etc. Todo lo pasado se ha resistido con la resignación del mártir.

 

Por al fin llegó el hoy tan deseado y los verdugos del pueblo quizás borrachos de sangre proletaria, duermen la siesta.

 

Como resultado de la digresión para demostrar el por qué la Federación ha atravesado crisis diremos que las escisiones también aquí dejaron mella, y como quiera que la represión iba unida a la división, los desvergonzados que hoy nos salen al paso abandonaron sus puestos, con cobardía manifiesta y empezó la racha de calumnias, las campañas tendenciosas contra las izquierdas del proletariado organizado, y en fin las bajas pasiones de estos adormideras socialistas se desbordaron.

 

Se pueden citar algunos socialistas como esquiroles en nuestro conflicto, se pueden citar a muchos socialistas como ola de oposición al pago de cuotas extraordinarias en las distintas organizaciones de la Casa del Pueblo y se puede citar como caso ¡oh paradoja! Que la mayoría de los obreros que primero nos traicionaron tenían conferencias a menudo con algún socialista y significado por cierto.

 

    CULTURA OBRERA nº 145

    27 de Mayo de 1922

 

1922 –  COMENTARIOS

El Congreso de la Casa del Pueblo

(continuación)

 

Después de tomado el acuerdo propuesto por “La Emancipación” y por el cual se ponía en igualdad de condiciones en el apoyo material a los huelguistas zapateros con relación a los lockuteados metalúrgicos, pudimos observar se cernía sobre los compañeros zapateros una traición, una venta, un interés marcado en que estos compañeros fracasaran en sus justas demandas. Procuraremos ser lo explícitos posible y desenmascararemos a quien de forma solapada traiciona a los trabajadores a pesar de su investidura de caudillo de la clase trabajadora.

 

Decidíase el Comité Central a cumplimentar el acuerdo tomado en la reunión de directivas o sea dar facilidades y pan a los huelguistas zapateros y se interpone una carta de “La Igualdad” que dice así:

 

“Al Comité Central de la Federación Local de Sociedades Obreras.- Casa del Pueblo.

 

Estimados compañeros: Comprendiendo que la huelga de zapateros ha sido postergada y considerada menos digna que la de metalúrgicos por parte de ese Comité y de la mayoría que componen las Juntas Directivas, declarando a ésta reglamentaria y no a la nuestra, cuando es notorio que “La Igualdad” a pesar de no existir reglamento en la Federación en el momento del planteamiento de la huelga cumplió los mismos requisitos que éste determina y por consiguiente al entrar en vigor en 1º de Septiembre debió también entrar dentro las condiciones reglamentarias, ya que si no pudo ser antes fue por defecto de la Federación al no tener Reglamento y no porque “La Igualdad” dejara de cumplir ningún trámite; considerando que si la huelga de zapateros no podía ser reglamentaria por no regir a su planteamiento los actuales estatutos menos pudo serlo la de metalúrgicos por haberse declarado rigiendo éstos y sin cumplir ninguno de sus trámites, sin que valga decir que fue una huelga espontánea por cuanto todo el mundo sabe que fue acordado de antemano por el Comité de “La Metalúrgica” en unión de los delegados de taller; considerando que por derecho de prioridad, por justicia, por compañerismo y por espíritu de igualdad correspondía haber tenido para nuestra huelga cuando menos las mismas consideraciones y el mismo apoyo que se han querido dispensar con la de metalúrgicos, y no habiendo sucedido así, antes al contrario, se ha acordado la cotización obligatoria de una peseta por federado para los metalúrgicos y a nosotros se nos deja a merced de la voluntad de las Sociedades y compañeros.

 

En vista de que se nos trata con una desigualdad y desconsideración cual si los zapateros fuésemos de una raza inferior a los metalúrgicos, y habiendo observado que desde que se planteó nuestra huelga no se ha ocultado por parte de varios individuos del Comité Central y de la mayoría de las Juntas Directivas la apatía con que la unían y la tratan.

 

Por todo lo expuesto “La Igualdad” se ve en el caso, por dignidad, de rechazar todo apoyo material que dimane de acuerdos del Comité Central o de las Juntas Directivas y solo recibirá muy agradecida la solidaridad espontánea de aquellas entidades que nos la quieran prestar, pero que previamente y por escrito nos digan si consideran la huelga de zapateros tan digna como la de metalúrgicos.

 

No queremos, compañeros, vivir en el vilipendio de aceptar una solidaridad que tendría todos los caracteres de una limosna denigrante que nos mancharía a nosotros y al buen nombre de la organización obrera.

 

Por el Comité de huelga

Lorenzo Bisbal, presidente

Jaime Rebasa, secretario.

 

Palma, 1 octubre de 1921

 

La carta que reproducimos y que en el transcurso de nuestros artículos, queda palabra por palabra desmentido su contendio poniendo en claro las infamias que inserta, fue pueblica en la prensa burguesa diaria de la localidad y enviada ex profeso para su inserción por “La Igualdad”.

 

Mejor defensa de la Patronal metalúrgica no podía salir, mejor método para derrotarnos tampoco, para esto se publicó la carta, derrotarnos era la finalidad de la carta.

 

A esto se prestaban los traficantes que la firman, primero rehusando las pesetas que la Federación les ofrece para amortiguar la miseria de los zapateros en lucha, y después publicando una sarta de mentiras para desorientar a los trabajadores, instigando el no pago de las cuotas, y así, de esta forma quizás quedó justificado algún favor recibido de don Juan March.

 

La carta transcrita, tenia inmensa gravedad, hasta el conflicto metalúrgico en aquellos momentos que la balanza de la victoria se inclinaba a favor de los metalúrgicos y no podíamos pasar por desapercibido el gesto de Bisbal y Rabasa que lo hacían peor que si hubiesen recibido 25.000 pesetas de don Juan March el día 26 de Octubre en el Café Suizo para los gastos que originase la propaganda contra el boycot declarado por “La Metalúrgica” a las obras del millonario con visos de socialista.

 

En vista de todo lo expuesto “La Metalúrgica” envió un comunicado al Comité Central pidiendo convoque asamblea de directivas urgente para discutir la expulsión inmediata de la organización obrera de los representantes de “La Igualdad” que firman el comunicado publicado por la prensa, acusado de alta traición, por la directiva de “La Metalúrgica”.

 

El Comité Central convocó la asamblea solicitada, pero ya en ella, no se pudo discutir nada, porque aquellos a quien se acusaba, no quisieron acudir, y “La Metalúrgica” no quiso, por espíritu de justicia, acusar sin que los acusados se pudieran defender.

 

Con Rabassa y Bisbal debió ocurrir lo mismo que con los asesinos descubiertos “infragantes” no pueden negar y rehusar la defensa. Quien sabe si a la hora que se celebraba la asamblea ellos estaban disfrutando de los beneficios que les proporcionaba la traición hecha a los obreros metalúrgicos.

 

Por “La Metalúrgica”

LOS DELEGADOS

(continuará)

 

    CULTURA OBRERA nº 148

    17 de Junio de 1922