1922 – DESPUES DEL CONGRESO DE LA FEDERACION

Las “fieras revolucionarias” de por acá están rabiosas- La hidrofobia se ha apoderado de ellas y en su desesperación patean, muerden y arañan.

La destitución del “audaz” y mangoneador Comité Central de la Casa del Pueblo ha sacado de sus casillas a comunistas y anarquistas y su único consuelo es el de injuriar a los socialistas. No perdonan el que se les hayan limpiado el comedero. ¡Pobres gentes, con lo bien que les iba, verse expulsados del gobierno de la Federación!

Confesamos que el caso no es para menos pero, ¡qué diantre! Hay que comprimirse y tener un poquitín más de serenidad, porque sino ¿qué les sucederá en cuanto terminemos de liquidar todas las cuentas pendientes?

A nosotros se nos antoja que lo primero que debiera hacer el Comité de huelga de los metalúrgicos es convocar una reunión de gremio y darle cuenta de su gestión para que se supiera como se ha llevado el movimiento y además como se ha distribuido el dinero recaudado.

Ahí, ahí está lo interesante, convoquen los dictadores del Comité metalúrgico una Asamblea del gremio y entonces se sabrá quienes son los vivos y los canallas. Lo demás es huir por la tangente, tener ganas de escurrir el bulto.

Cuando Jaime el Barbudo recorría la serranía de Córdoba robaba las diligencias a punta de trabuco y daba el pecho a todos los riesgos de su aventura; la actitud de ciertos delegados ni siquiera tiene la gallardía del viejo bandolerismo andaluz, lanzan la injuria, presentan el trabuco y luego se escogen como conejos. ¡Son unos valientes!

A pesar de tanta indignidad nuestro ánimo no decaerá y seguiremos adelante hasta que la clase obrera sepa como se las gastan esos dictadores enragé.  Y tengan por seguro algunos delegados que no escatimaremos medio alguno, se cual sea la violencia del recurso que empleen nuestros adversarios.

La osadía, el mangoneo y la farsa se han acabado.

Por hoy, nada más.

Dos delegados

EL OBRERO BALEAR nº 1055

19 de mayo de 1922