1922 – “El Obrero Balear”
Debido al Congreso últimamente celebrado, “El Obrero Balear” nos dedica unas cuantas cuartillas que bien demuestran la rabia y bilis que les ha producido el mencionado Congreso.
En primer lugar, dice que el número total de representados de todas las Baleares, fue solamente de 1113, y de ellos hay que descontar a los de Villacarlos y Alayor, cuando nosotros al hacer el escrutinio de los representados ya tuvimos en cuenta el descontarlos o mejor dicho, de no contarlos. De manera que “El Obrero Balear” ha metido la para con esto, toda vez que de los 1113 representados no constan los de Villacarlos ni Alayor, solo son los de Mallorca.
Según “El Obrero Balear” nuestro Congreso ha sido un fracaso y eso no es lo cierto por cuanto nosotros conocíamos de antemano poco más o menos la fuerza que asistiría. No ignoramos que el proletariado balear está poco menos que organizado y que por ende no podíamos esperar que llegaran centenares de miles. Lo que hacemos siempre es guiados por la buena fe y nos basta que no caigamos en el vacío, sino al contrario, pues creciendo poco a poco, pero creciendo.
Hubiésemos podido obtener un número más crecido de trabajadores si la consciencia fuera otra, es cirto; pero no se ufanen los de enfrente, pues ellos ni se atrevieron a celebrar el mitin de clausura, tanta era la vergüenza de su fracaso.
Además demuestra su alegría porque el mitin de clausura no acudió el pueblo como debía, y tiene la osadía, además, de decir que la mitad de los que acudieron eran de la Casa del Pueblo, cuando de todos es sabido que si alguno había fue por equivocación porque ya sabemos lo que hacen los de la Casa del Pueblo cuando de esta clase de actos se trata: declararles el boy-cot.
¿Cuándo se convencerán –dice- los sindicalistas de que los trabajadores no les hacen caso?
¡Cómo se ve que estos socialistas, después de perder prestigio, entidades y fuerza están perdiendo también la cabeza!
De manera que los trabajadores no nos hacen caso ¿eh? ¡Claro! Por esto sigue en aumento cada día la Casa del Pueblo y va hundiéndose nuestra organización. La rabia, vamos, la rabia es lo que os va en aumento a vosotros, cuando estáis viendo que vuestro futuro palacio va a quedarse como un Cementerio.
Bueno, lo mejor es que sigáis haciendo alarde de fuerza y así quizá algún que otro tonto, seguirá creyendo en ello y no os abandonará, pero por mucho que hagáis, amigos, creo que solo os vais a quedar con vuestro alarde, pero con las organizaciones ¡miau!
MIGUEL RIGO
Palma
CULTURA OBRERA nº 169 11 de Noviembre de 1922 |