1922 – Federación Regional del Trabajo de Mallorca

MITIN DE PROTESTA

Celebrado el domingo 27 de Agosto en el “Teatro Balear”

 

Presidió el acto el compañero E. García, el cual empezó diciendo:

 

Compañeros: El motivo de este mitin, como habréis visto y leído en carteles y manifiestos es para protestar con virilidad de los nuevos atentados perpetrados últimamente en Barcelona.

 

Hemos presenciado como los gobiernos están dispuestos a seguir protegiendo las bandas asesinas que actúan entre sombras de impunidad. Martínez Anido y Arlegui estos dos monstruos, sedientos de sangre, no están aún hartos de la sangre derramada y persisten en sus puestos, para baldón e ignominia de los trabajadores todos. Es necesario que la clase obrera mallorquina se predisponga, por dignidad y por sentimientos a actuar de una manera directa y activa contra los lobos de la reacción y contra los poderes mediatizados por los bandidos de la patronal catalana.

 

Para los asesinos directos, esa mesnada de expresidiarios y chulos de burdel y de tapete verde, los menos responsables por su degradación, sólo asco y desprecio. Para unos y otros se impone, sino queremos perecer, la leu del talión.

 

F. Simonet

 

Comenzó diciendo:

 

Aunque carezco de dotes oratorias, y reconociendo que este acto no es de afirmación o de principios, sino netamente de protesta, me sumo a la misma.

 

Si frente a la sangre derramada en Marruecos, las madres todas, las compañeras todas, se hubieran decidido a defender a sus hijos, padres o hermanos, como la fiera defiende a sus cachorros, no se hubiera llegado a donde se ha llegado. Si el hermano o el padre o el compañero, hubiésemos cumplido con nuestro deber, tampoco se hubiera llegado a tanta infamia.

 

A raíz del atentado contra Pestaña, la prensa burguesa ha dejado entrever tendenciosamente, teniendo en cuenta su posición frente a Rusia, que bien pudiera ser venganza de los comunistas, y esto, no lo acepto de momento; más de todos modos los asesinos de Ángel Pestaña, sean del campo que sean, tal vez vean fallados sus intentos ya que nuestro compañero según datos, puede que sane del vil atentado.

 

J. Más

 

Excesivamente nervioso de indignación, afirmó que su temperamento no le permitía ser muy extenso, a más de que lo que hace falta son obras y no palabras.

 

Es lastimoso que el hombre que busca la manera de mejorar su situación en el Sindicato, sea vilmente asesinado, dejando a sus hijos en la mayor orfandad. No obstante, esto prueba que debemos poner toda nuestra alama en el Sindicato, por ser  el medio más eficaz para nuestra emancipación. Lo prueba el odio de la burguesía contra nuestros compañeros.

 

Ignacio Ferretjans

 

Empezó diciendo: me acuerdo que en el mitin de protesta contra la sindicación forzosa propuesta por los Poderes, celebrado hace cuatro meses, señalé la necesidad de que la clase obrera mallorquina se uniera para hacer frente a los atropellos, ya que entonces como ahora, creía que el atentado personal no podía ser arma de defensa e los trabajadores.

 

Hace ya tiempo que se atentó contra Layret y en el Parlamento se puso de manifiesto que el presunto autor del asesinato era Paulino Pallás. Se detuvo a este individuo en Mallorca y las autoridades le pusieron en libertad de la cual aún creo que goza. Han muerto a Boal, a Vandellós y a muchos otros y como siempre, los agresores se dieron a la fuga. Cuando han caído los adversarios de la clase obrera, las cárceles se han llenado de obreros, y ha habido cacheo general. El Sindicato libre obra bajo la impunidad del poder.

 

Ahora se ha atentado contra Pestaña, otra provocación para la clase obrera.

 

¿Qué ha hecho la organización para evitarlo? Muy poca cosa. Aún parece que estamos dispuestos a sufrir más crímenes resignados.

 

Una vez más creo que la clase obrera debe ser una fuerza unida e ir a la lucha dispuestos a acabar con ese régimen de oprobio que nos aniquila.

 

Pons Anglada

 

Es lamentable que desde estas alturas y cuando la burguesía nos ha declarado la batalla en toda la línea y mientras las bandas de pistoleros nos asesinan por la espalda, tengamos que ir repitiendo ante la clase trabajadora la necesidad de sindicarse.

 

Es un axioma tan repetido como falta de sentido común el que la desigualdad social sea imperecedera para una eternidad.

 

Digan lo que quieran quienes están empeñados en afirmar lo contrario, nunca la clase obrera había sentido tan de cerca la necesidad de extirpar el capitalismo y deshacerse de sus tiranos.

 

¿Quién puede negar esa apatía que el proletariado siente hacia el poder político?

 

¿Cuándo se había visto mayor número de hombres protestar de su ciudadanía establecida ante las urnas electorales?

 

¿Qué significa esa aversión a los poderes y ese desprecio por los representantes y colaboradores del Estado?

 

Claro está que el interés de gobernar aún se impone a viva fuerza sobre la voluntad de la clase postergada; si no fuera así, a estos horas, cuando menos, los partidos habrían aprendido el fracaso que representa gobernar con el Mauser para contener el grito de los cada día más numerosos oprimidos que claman más humanidad y menos ingratitud.

 

Es cierto que la era de la justicia no se acerca con la premura deseada, pero esa familia que los Readers parlamentarios de una manera despectiva y vejestoria, llaman masa o pueblo, y que ayer se agolpaban entusiasmados para sacar triunfante su candidato ¿a dónde ha ido? ¿Qué vida de lucha activa es la suya? ¿Y qué filas ha resuelto engrosar?

 

Hemos evidenciado ante los Poderes públicos, que queríamos normalizarnos dentro nuestra vida de lucha activa como militantes en la filas de la organización. Se nos vuelve a provocar y tenemos derecho a la defensa. El perro cuando se ve acorralado muerde; si a nosotros se nos acorrala, será necesario morder.

 

En Barcelona ha sido decretada la ley marcial, la han declarado los bandos de asesinos, esos chulos de lenocinio y bravos de barriada que incapaces de hacer una labor útil para la humanidad, se dedican al crimen profesional.

 

El compañero que preside resume con cuatro palabras lo dicho por los compañeros, dando por terminado el acto.

  

    CULTURA OBRERA nº 159

   2 de Septiembre de 1922