1922 –  UNA CONFERENCIA

 

Don Alejandro Jaume dio, el domingo pasado, en la Casa del Pueblo, una conferencia sobre “El altruismo de los anarquistas”. De su disertación pude deducir que reprobaba los atentados cometidos por anarquistas y consideraba dinos de ser compadecidos, la misma conclusión que nos daría un penalista avanzado: “odia al delito y compadece al delincuente”, a pesar de haber hecho constar el Sr. Jaume que al cometer dichos actos lo hacían impulsados por un exceso de sentimentalismo, de sensibilidad, de altruismo, etc., etc.

 

Que un gesto considerado como altruista sea tachado de delito es lo que no se explica, Sr. Jaume.

 

La gran satisfacción que mostró el señor Jaume por no registrarse, según él, ningún hecho de esta índole, perpetrado por socialistas me parece infundada, pues sino no recuerdo mal, precisamente un diputado socialista fue quien consumó un actos de los que el Sr. Jaume compadece cuando estos son realizados por anarquistas.

 

Victor Adler, diputado socialista, uno de los miembros más significados de la Segunda Internacional, mató al Presidente del Consejo de Ministros de Austria. Agradeceríamos al Sr. Jaume nos dijera si desaprueba este hecho y si también hay que combatir a su correligionario.

 

Y cuando Pablo Iglesias preconizaba el atentado personal, ¿hubiérase atrevido el Sr. Jaume a reprocharle y a tenerle lástima? Sería curioso para nosotros saber a que atenernos sobre el caso citado.

 

No obstante lo apuntado, debo hacer notar cierta simpatía hacia el Sr. Jaume quien a pesar de todo desarrolló dicho tema con bastante consideración y benevolencia, muy al contrario de lo que acostumbran hacer bastantes individuos del Partido Socialista, que al discurrir sobre estas cuestiones imitan a los más almibarados y reaccionarios de la burguesía, dando a entender que los anarquistas que cometen atentados merecen ser sometidos al examen de antropología criminal, por considerarles unos forajidos como cualquier criminal monstruoso.

 

MARCEAX

 

    CULTURA OBRERA nº 137

    1 de abril de 1922