1923 – A LOS OBREROS EN GENERAL

LA HUELGA DE ALBAÑILES

Valiosos antecedentes

 

La huelga de albañiles ni está solucionada ni tampoco fracasada, tan solo está aplazada.

 

Nuestro interés es solamente poner de manifiesto lo ocurrido durante este conflicto para que luego las personas sensatas juzguen nuestra actitud.

 

Hace unos meses que el Sindicato de Albañiles solicitó un entrevista con los elementos de la Sociedad “El Trabajo”, con el objeto de invitarles a formar un comité de ambas partes que se interesara de preparar al gremio, para ver si conseguíamos que los patronos respetasen las bases que tenemos firmadas. Para nadie era un secreto el hecho de que la clase patronal, aprovechándose de nuestras divisiones, nos había arrancado las mejoras que habíamos conseguido en luchas anteriores. Desde que se firmaron las últimas bases los jornales han bajado un 15 por 100; el horario ha sido modificado en muchas obras; el plus extraordinario que cobraban los que salían a trabajar fuera del radio de dos kilómetros, hoy no se cobra.

 

Y teniendo estos datos y una multitud de quejas los elementos de la Sociedad El Trabajo, contestaron que “ellos no tenían ninguna queja y por lo tanto no veían la necesidad de formular ninguna reclamación.

 

Nos causó sorpresa y al mismo tiempo indignación la contestación que hicieron algunos miembros del comité del Trabajo. A pesar de eso nosotros continuamos nuestra labor preparando al gremio para que se dispusiese a defender sus intereses. Llegó el momento oportuno y convocamos a todos los albañiles en un local neutro donde quedó formulada por unanimidad la siguiente petición: Aumento de dos pesetas sobre los actuales salarios teniendo en cuenta la rebaja que habían sufrido y el caso de ganar 1’50 menos que todos los gremios del ramo de la construcción. Luego el cumplimiento de las bases anteriormente estipuladas.

 

Desde el primer momento que formulamos la reclamación los elementos que hacía un corto plazo habían dicho que no tenían ninguna queja, empezaron a decir que ellos en caso de huelga harían de esquiroles.

 

La contestación de los patronos fue negativa. El Sindicato convocó asamblea general y antes de clarar la huelga quiso primero cerciorarse de la actitud que adoptarían los de “El Trabajo”. Se les mandó un comunicado con el objeto de tener una entrevista; se tuvo la entrevista manifestando los de “El Trabajo” que ellos solamente venían para informarse (por lo visto no estaban informados) se negaron a dar su criterio personal, y rechazaron una iniciativa nuestra que consistía en formar un comité de ambas partes y convocar una asamblea magna en el Teatro Balear, dispuestos a acatar los mandatos de la mayoría. Rechazados nuestros ofrecimientos, convocamos otra asamblea y damos cuenta de lo ocurrido. Se dio lectura a un comunicado de los del Trabajo, que solicitan un plazo de ocho días para resolver. Trabajo nos costo poder conseguir que la asamblea concediese este plazo, pero transigimos y se concedió el plazo solicitado.

 

Transcurridos unos días, contestan los del Trabajo diciendo “que han acordado rechazar nuestra petición (como los patronos) en totalidad y si queremos podemos formular unas nuevas bases firmadas por los dos organismos”. La asamblea que en su mayoría estaba compuesta de hombres que dentro la cabeza llevan un cerebro que piensa y en el pecho un corazón que late, comprendieron que habían sido burlados por los del Trabajo. Comprendieron que aceptando lo propuesto por estos elementos la dignidad del Sindicato, que se había desvelado para defender los intereses del ramo de albañilería, quedaba maltrecha ante los ojos de los demás obreros organizados. Por dignidad se acordó ir a la huelga el lunes próximo, sin que ninguno de los presentes demostrase su disconformidad.

 

Acto seguido leímos una convocatoria de los del “Trabajo” para el domingo, indicando que es para señalar la actitud que han de adoptar frente al movimiento. Asistimos nosotros con el fin de armonizar la contienda y para ver si conseguíamos por sobre lo pasado unificar nuestra acción ante el reto de la Patronal. Pero todo fue inútil, de nueve compañeros que hablaron siete lo hicieron a favor de la huelga y de la unificación del gremio. Se nos negó el derecho a presentar una proposición que hubiese sido seguramente aceptada por la mayoría. Se quiso pasar a votación si debían ir a la huelga sin preguntar a la general si está conforme. Las protestas arreciaron, el delegado del gobierno suspendió la asamblea en medio de una tempestad de protestas. En estos momentos de confusión el presidente de “El Trabajo” dice: “mañana todos al trabajo”.

 

La traición estaba consumada; nuestros esfuerzos se estrellaron ante la actitud musolinesca del presidente. ¡Un presidente que ha blasonado de socialista y ha sido expulsado recientemente del partido por traidor y vendido a Verga acababa se asestar una puñalada de muerte en el corazón del gremio de albañiles.

 

El lunes los del Sindicato de Albañiles y mucho sin serlo secundan la huelga.

 

Los hombres que toda la vida han luchado se han lanzado a la calle. La guardia civil, la policía, los de seguridad cachean a unos, detienen a otros: el pánico cunde entre los huelguistas por no haber ocurrido nunca lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos. Los elementos socialistas guardados por la guardia civil asoman sus cabezas por las aberturas de la obra mostrando sus caras risueñas llenas de satisfacción y de júbilo.

 

Luego nos enteramos que el socialista Presidente del “Trabajo” solicitó del gobernador protección para sus huestes.

 

Todos en contra nuestra

 

Los patronos, las autoridades, la prensa, los resabios podridos del socialismo, los funestos directores de “El Trabajo”, todos se coaligaron en contra de los que se habían lanzado a la lucha para salvar la dignidad de la organización.

 

El paro hubiese sido total si no hubiéramos repugnado al empleo de la violencia contra nuestros enemigos. Hubiese faltado muy poco para que los mausers de los servidores del capitalismo hubiesen causado bajas en nuestras filas. Antes de llegar a este extremo acordamos volver al trabajo dejando en pie la petición presentada. Nuestra dignidad está en salvo.

 

Un agradecimiento

 

Los que traicionaron a los mineros de Asturias y a los metalúrgicos y mineros de Bilbao: los que aceptaron actas por el artículo 29; los que traicionaron a la Confederación cuando ésta era perseguida; los que asesinaron el movimiento histórico de los metalúrgicos palmesanos; los que en estas pasadas elecciones vendieron su ideas y su decoro a don Juan March, acaban de vender como Judas, a los obreros albañiles.

 

Podemos agradecerles la rebaja en los salarios; la alteración de la jornada de ocho horas: el robo del plus a los dos kilómetros; los cacheos; las detenciones en fin les podemos agradecer el buen rato de satisfacción que han pasado los patronos contemplando a los socialistas haciendo de repugnantes rompe huelgas.

 

Sirva de lección a los obreros que aun conviven en la Casa del Pueblo.

 

La opinión y los obreros sensatos juzguen lo ocurrido. Y vosotros, obreros albañiles, distinguid lo bueno de lo malo y apresuraos a ingresar en el Sindicato que a pesar de todo continua estando en la vanguardia.

 

Por un Sindicato Único de Albañiles.

 

EL COMITÉ DE HUELGA.

    

   CULTURA OBRERA nº 204

   14 de Julio de 1923