1923 – PLUMAZOS

 

“El Obrero Balear” publica un artículo de L.B., haciendo hincapié en el asunto electoral, siendo explicación, aunque velada, a las bajas habidas en la Agrupación Socialista de esta ciudad, cuyos nombres van insertos en el mismo semanario.

 

Parece ser que los individuos de que hace mención “El Obrero” han sido eliminados del Partido Socialista por haber trabajado la candidatura liberal.

 

Para nosotros tal modo de proceder no es ni mucho menos un nuevo procedimiento, y sí la continuación de toda la política puesta en práctica por los socialistas palmesanos desde hace bastante tiempo; así que no pretendemos describir nada nuevo, puesto por nosotros en evidencia en muchísimas ocasiones.

 

En el embrollo hay otro aspecto, quizás el más interesante, que por lo divertido merece alguna que otra chirigota. Es el caso que el L.B., erigido árbitro de pureza socialista y Juez severo de estos pobres diablos aludidos, ha hecho de peores, a pesar de sus togas socialistas.

 

Un año lo votaron concejal por el 2º distrito y casi todos los votos que obtuvo iban entrelazados en la candidatura del conservador y beato D. José Font y Arbós y de D. Francisco Puigserver, Barón de Pinopar, liberal y beato también, y en aquellos buenos tiempos no había cenas ni perras, todos los electores eran gente concienzuda.

 

En justa recompensa en el tercer distrito, el mismo año, una nutr5ida comisión de adictos al mismo L.B. trabajaba la candidatura impuesta por un señor que existía en aquellos días, y que se llamaba Verga, y todo esto lo hacían sin perras y sin cenas ; esto es: galantemente, desinteresadamente … en fin otros negocios del mismo jaez que podríamos citar, pero estas columnas son para otros menesteres más higiénicos que los que nos ocupan.

 

Y sobre la base de tan brillantes antecedentes, el famoso L.B. enjuicia a dichos infelices, no faltándole el consabido principio jurídico socialista de su vasto repertorio.

 

Esto para unos pobretes zapateros está bien; pero un intelectual como don Alejandro Jaume, es espectáculo mucho más risible. No deja de ser despampanante que un señor como D. Alejandro, se preste a las jugarretas de un exzapatero.

 

Buena la hizo el Verga querer prescindir esta vez del jefe socialista, yendo sin reparos ni miras jerárquicas en busca de los simples bisoños; mal hizo con su nuevo e inesperado comportamiento este patrono de consciencias, hubiera repetido el ruego de la colaboración al susodicho jefe, y todo hubiera ido como a pedir de boca, y mucho más si la promesa de hacerle otra vez concejal hubiese sido hecha con visos de absoluta formalidad.

 

Sírvale de escarmiento para otra vez el haber prescindido de este hombre para tales desaguisados.

 

No desesperen los expulsados que todo tiene remedio en este mundo, menos la muerte; pronto volverán al partido de las dos docenas más uno, y para luego, borrón y cuenta nuev, y que no se les vuelva a ocurrir el desdeñar al jefe L.B. en semejantes supercherías aunque él haciendo lo mismo que los expulsados sepa siempre, yendo al principio jurídico, expulsarles de nuevo

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   CULTURA OBRERA nº 200

   16 de Junio de 1923