¡¡Ya es un hecho!!
Efectivamente un hecho es, lo que presumíamos y así lo manifestamos la
semana pasada en el artículo de fondo de este periódico, que el
Ayuntamiento trataba de llevar a cabo la reforma tributaria tomando como
base un arbitrio sobre la carne fresca y salada.
No hemos tenido que esperar mucho para ver confirmada la noticia. En la
sesión que celebró nuestro Ayuntamiento día 9, presentó para su
aprobación el presupuesto ordinario para el año 1912 y las bases del
ingreso para el nuevo gravamen sobre la carne para la supresión del
impuesto de Consumos, que asciende a unas 325.000 pesetas, también
presentó el Reglamento del arbitrio que ha de regir durante el año 1912;
en él hace constar en la base 7ª que la inspección y
reconocimiento de la carne y embutidos tendrá efecto en el Matadero y en
las estaciones sanitarias que se instalarán al efecto, una en el Muelle,
otra en las cercanías del ferro-carril, otra en el Arrabal y las demás
en los caseríos del término de la ciudad, pues como decíamos, estas
estaciones serán los fielatos que existen hoy con la variante que se
llamaran estaciones sanitarias y resguardos encubiertos, ¡que vergüenza
será para el pueblo si lo consiente!
Según se pudo ver claramente, en la sesión del pasado lunes, la mayoría
de los señores concejales tenían el propósito de que quedasen aprobados
los presupuestos y el arbitrio de la carne y reglamento para su
aplicación, y se hubiera conseguido a no ser por las manifestaciones
opuestas hechas por el Sr. Roca y Rayó y por el compañero
Roca que se
opusieron a ello y consiguieron quedasen ocho días sobre la mesa.
Es intolerable la conducta seguida por
Lo que mereció un aplauso y no se lo tributaron fue el elogio que hizo
el señor Obrador por los brillantes trabajos que había realizado
¡Oh dios de los dioses, con cuanto fervor son admiradas y veneradas tus
obras …!
El compañero Roca
hizo presente que no estaba conforme en algunas afirmaciones hechas por
el Sr. Obrador y que al discutirse los presupuestos lo manifestaría. El
Sr. Salas también salió en defensa de los presupuestos y fue combatido
por nuestro amigo
Roca.
En la sesión próxima habrá el ultimátum.
Núm 500, 14 de octubre de
1911
|