Las elecciones del domingo

Mirando su resultado bajo el prisma de la apariencia, el triunfo, muy exiguo aún, parece de parte de los elementos reaccionarios. Más si se mira bajo el punto de vista imparcial, desapasionado, anteponiendo a la observación superficial de la victoria el estudio analítico de los hechos, evidentemente se verá que las derechas cantan un triunfo que solo es triunfo de cloaca, en la cual metieron sus turbinas para remover el cieno electoral con que van encenegadas las actas de sus candidatos triunfantes.

 

Si nos fijamos en la calidad de los votos obtenidos por las derechas, método éste de experimentación conservadora, veremos que más de la mitad son desechos y antilegales. Esto está en la conciencia de todo el mundo y nadie que juzgue las cosas honradamente puede desmentirlo.

 

Las elecciones del domingo fueron para los conservadores una especie de feria de negros, a cuyo mercado acudían para comprar ganado humano y transformarlo en votos para sus candidatos. El soborno, la coacción, la amenaza, el engaño y la dádiva fueron armas que desde hace mes y medio venían esgrimiendo contra los electores que se resistían a darles sus sufragios, obligando a muchísimos a someterse a una voluntad que no era la suya, a votar por un partido y una idea que aborrecían y odiaban.

 

Con tales procedimientos, que justifican el fin que persiguen los conservadores y ponen de manifiesto su fina epidermis, no es extraño que alcanzasen un millar de votos más que las izquierdas.

 

Sin embargo de esto, solo triunfaron en tres distritos de los seis en que luchaban; pues en los otros tres la Vitoria fue de las izquierdas, victoria que es tanto más gloriosa y significativa si se tiene en cuenta la significación aristocrática de dos de los candidatos derrotados y la particularidad de ser el otro el patrono de su vencedor nuestro correligionario Roca.

Que los conservadores han sufrido una decepción en la pasada lucha electoral, pruébalo una cosa. Las izquierdas solamente aspiraban a once puestos y han ganado ocho; las derechas luchaban por trece y han conquistado diez. Esta mayor aspiración supone la creencia en una mayor fuerza, proporcional a la aspiración, o capaz de dar el triunfo a los trece candidatos, Hay tres de estos que son derrotados, a pesar de sus influencias y de los medios coercitivos que han empleado con los electores; pues hay decepción y por tanto demuestran un regocijo que no sienten.

Pero a ellos les conviene echar las campanas al vuelo en son de ruidosa victoria, para que se entere todo el mundo de que Palma no esta con los apaches, incendiarios, ladrones y asesinos que forman el bloque democrático. Pero ya todo el mundo sabe que el repiqueteo de sus campanas da el sonido falso.

 

Y a propósito de ladrones y apaches

 

El público palmesano pudo convencerse el pasado domingo de si está entre nosotros esa gentuza o entre los conservadores. Baste decir que casi todos los que acompañaban a los prohombres del orden … maurista, eran golfos y expresidiarios de la peor fama. Al lado del hijo de Ribot y del hijo de Maura vimos a tipos …

 

Ni una palabra más.

     

EL OBRERO BALEAR

Núm. 406, 18 de diciembre de 1909

 

fideus/