Junta Local de Reformas Sociales

Acabamos de leer la reseña del acta de la última reunión celebrada por dicha Junta y nada hemos visto que pudiera hacernos ver que esta Junta cumple fielmente la misión que le esté encomendada.

 

El único acuerdo, o únicos que tomaron fueron de que quedara sobre la mesa para su estudio el asunto de una multa impuesta por el Inspector de Trabajo a un fabricante de esta localidad -¿quién es?- y creemos que no pasará de la mesa.

 

Luego se convino en adoptar las medidas necesarias para evitar que se infrinja la ley de 25 de enero de 1908 como así acontece en los menores de quince años, que arrastran carretones de mano por la vía pública.

 

Nada han dicho de las infracciones que se hacen en talleres y fábricas de esta capital, nada han tratado, ni ninguna multa han impuesto, como en Palma no se infringiera dicha ley.

 

Y de los menores de edad que trabajan en las fábricas que en otro lugar de este número mencionamos, ¿no han merecido la atención de los vocales que componen dicha Junta? ¿p es que a todo trance quieren reírse y burlarse de nosotros?

 

Nada no extraña, por esto, lo que les pasa.

 

En una Junta que la forma un vocal obrero que se ríe de los obreros, un inspector del trabajo que toca el pito y merece se destituido, un Presidente deshacedor de entuertos que pasa el día soñando … y dos vocales que lo son porque, no sabemos el por qué, decimos que no nos extraña porque de todos ellos no hay que esperar nada útil y para ellos se hace preciso pedir se les levante un monumento que representó a los ineptos y tontos.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 784, 10 de febrero de 1917