Aunque tengamos que saludarte con los labios cerrados, te saludamos con el corazón lleno de alegría, 1º de Mayo. Hoy es el día en que todos los hombres y mujeres que luchan por implantar el Socialismo, en su pecho reinan la alegría y la esperanza. ¿Y por qué en este día reina la esperanza y la alegría entre nosotros? Porque hoy a esa misma hora todos los proletarios sin distinción de razas y por encima de las fronteras, sabemos demostrar al enemigo común que lo único que vale en la tierra es la inteligencia y la fuerza del proletariado. Hoy que nuestros brazos no se alquilan ni se mueven, todo está paralizado; y paralizado quedaría para toda la vida si los obreros no pusieran sus manos en el engranaje del mundo. Pobres de todos aquellos que nos miran con indiferencia y nos conceptúan como una mercancía cualquiera y no se preocupan más que de pasearse con su coche bien trajeados y para divertirse van a cazar perdices y faisanes. El día en que los obreros sepamos apreciar nuestro valor será cuando los parásitos habrán terminado. La marcha del progreso es un poco lenta, pero poco a poco vamos andando hacia el ideal redentor, que es el socialismo. Muy amargo encuentra toda la gente que vive de la ignorancia del pueblo cuanto huele a socialismo, muchos métodos y falsos argumentos viene empleando el fariseísmo contra nuestro ideal, pero ya es tarde, señores; han pasado a la historia aquellos tiempos de ojos cerrados y de ordeno y mando, podrán los de arriba fabricar nuevos moldes para el enfermo, pero el enfermo esta grave, y aunque los hombres no lo quieran el mismo progreso es quien viene en veloz carrera a barrer las inmundicias de la sociedad presente y sobre sus ruinas implantar el Socialiamo. ¡Viva el 1º de Mayo! ¡Viva el Socialismo! EL OBRERO BALEAR nº 1255 1 de mayo de 1926
|