La cruzada

Memoria Civil, núm. 14, Baleares, 6  abril 1986

 

Franco y sus obispos, subrayaba la prensa mundial esta fotografía. La identificación de la Jerarquía fue absoluta: en innumerables fotografías semejantes a ésta, nadie levantaba el brazo porque le obligasen

La cruzada

"¿Cómo se explica que hayan apoyado el actual alzamiento los prelados españoles y el mismo Romano Pontífice haya bendecido a los que luchan en uno de los dos bandos?

La explicación plenísima nos la da el carácter de la actual lucha, que convierte a España en espectáculo para el mundo entero, Reviste, sí, la forma de una guerra civil; pero, en realidad, es una Cruzada. Fue una sublevación, pero no para perturbar, sino para restablecer el orden. (...) La Iglesia no interviene en lo que Dios ha dejado a la disputa de los hombres. Si desde el primer instante, los prelados hubiesen oficialmente excitado la guerra, los que han asesinado obispos y sacerdotes, incendiado y saqueado templos, habrían dicho que era la Iglesia la que habría excitado y justificado sus crímenes como represalias (...)

Entonces ya nadie ha podido recriminar a la Iglesia porque se halla abierta y oficialmente pronunciado a favor del orden contra la anarquía, a favor de la implantación de un orden jerárquico contra el disolvente comunismo, a favor de la defensa de la civilización cristiana y sus fundamentos, contra los sin-Dios y contra Dios. (...)

Pastoral LAS DOS CIUDADES, Enrique, Obispo de Salamanca, Pla y Deniel

1 de octubre de 1936

CARTA CONJUNTA DEL OBISPADO ESPAÑOL

Hasta el presente año el obispado español no se había manifestado conjuntamente en relación a la Guerra Civil. Manifestaron los obispos españoles que su actitud había sido equivocada en aquel momento.

La idea de CRUZADA fue lanzada por la pastoral que reproducimos del Obispo de Salamanca. A instancias del Cardenal Primado, Sr. Gomá, los obispos españoles publicaron una carta colectiva el 1 de julio de 1937, que confirma la tesis de cruzada, aunque no se use el término en ningún momento. Franco tardaría algo más en aceptar la idea, pero la Iglesia lanzó en este documento el lema: una patria, un estado, un caudillo y una cruzada: ESPAÑA ORIENTADORA ESPIRITUAL DEL MUNDO.

La Iglesia se declaraba oficialmente beligerante en la Guerra Civil a favor del bando sublevado. La carta colectiva -que no quisieron firmar el cardenal de Tarragona, Vidal i Barraquer ni el obispo de Vitoria, Mateo Múgica- pretendía ser la respuesta a las informaciones que en el resto del mundo se recibían de España. Otra ausencia visible en la firma del documento fueron los obispos asesinados. Pero, en definitiva, constituyó el espaldarazo propagandístico del bando franquista.

 

Toledo, marzo de 1942. Esteban Bilbao junto al cardenal Enrique Pla y Deniel saludan brazo en alto, en la toma de posesión del cardenal de Toledo