Actualidad (Conjunción republicano – socialista)

 

Ya que tan lindamente han vociferado los periódicos locales sobre una segura rotura de la Conjunción republicano.- socialista, y principalmente la criada del Círculo Liberal, copiamos el siguiente artículo de España Nueva para que sirva de mentis a esta prensa servil y bonachona que disfrutamos en esta tierra de pan con aceite, y que se titula independiente, que si acaso lo es, es de la opinión pública:

 

Dice así:

 

“Desde hace años viene a ser lugar común en la Prensa el titular “anciana y cotorra” “venerable abuela” a “La Época”, poniéndola en los linderos de la chochez.

 

No nos habíamos enterado, distraídos en contar los años del monumento conservador, de que otros colegas, medianamente mozos cuando era joven Rodríguez San Pedro, en el correr de los tiempos y a pesar de sus tinturas liberales, iban alcanzando lo que el teñir de pelo y barbas no puede disimular; nevera en sus cabellos, rocío de senectud en el marco del rostro. Y en el cerebro la chochez, bizcochos de sesos y requesones cerebrales, donde la gente juvenil o ajamonada tiene firmes cerebros, despejadas inteligencias. Así ocurre, que perdido el seso, se pierden los estribos, se caen los dientes, y una ráfaga de viento de las calles descubre bajo la rubia, teñida peluca de un doctor Fausto, maquillado y barnizado ante espejo de adulación, la enorme, impúdica calva, que, junta con la demás decadencia, obliga a la conmiseración, cuando no exige pudorosas hojas de parra.

 

Decimos todo esto a propósito de atropellada senectud que se ha descubierto en “El Imparcial” con motivo de los últimos temporales revolucionarios. ¡Bendigamos la feliz pareja de los “Filemón y Baucis”, de los dos abuelitos chocho, de “La Época” y de “El Imparcial”, que, bajo la secular campana de chimenea del proteccionismo oficial, se cuentan, babeando, seniles y chochos, en su imaginativa impotencia, estos viejos cuentos de la política antigua que hacían sonreir escépticamente a los consejeros de Fernando VII, nada menos!

 

El Imparcial”, abuelito ridículo, ha sacado en estos días la vieja leyenda “de la hidra”, que asustaba a nuestros tatarabuelos cuando eran niños, el ridículo cuento del “oro ingles” (ahora es el “oro francés”, pateado mil y mil veces en “Adriana Angot”, y el polvoriento repertorio de los Bufos, y también sacó el manido folletón de los “hombres con sortijas de brillantes que acudían a la CASA DEL PUEBLO nocturnamente”, estúpida versión que regocijaba, por lo absurda, a Carlomarde y a Chaperón, a Chapalangarra y a Francisco Chico, espejo y tipo de antiguos policías en conspiraciones de peluca rubia y trenza gris…

 

Decimos todo esto a propósito de las vejeces que el buen anciano nos coloca ayer, poniendo en entredicho la amistad de Pablo Iglesias y de Galdós, sacando a luz la ridícula y mohosa “espada de Breno”, que tanto gusto dio a los concurrentes de “La Fontana de Oro”, y exhibiendo un sin fin de trasnochadas habilidades, que huelen a viaja desdentada y a egipcia momia.

 

¡No, abuelita venerable! ¡La Conjunción no se ha roto! ¡Quien se ha roto es usted, pero del todo! La Conjunción está más joven y briosa que nunca; si usted odia a la juventud por serlo, le mandaremos unos frascos de Brow Sequard …  si llega a tiempo.

 

Ahora que, por decoro, natural en su avanzada edad, debe usted preservarse, abuelita chocha, de mentir a sabiendas. A usted le consta que a las reuniones de la Conjunción no asistió el Sr. Armasa, que está en Málaga; le consta a usted que en la reunión no hubo divergencia alguna, porque todos emularon en decisión y energías. Saber usted que Iglesias y Soriano en nada discrepan de la rebeldía ambiente en la dicha reunión, y que la carta del Sr. Lerroux fue un detalle de última hora, que se recogió como el “Visto” de los indultos … Y sabiendo todo esto, con letras grandes y solemnes mentiras, “da la Conjunción por ROTA.”

 

¡Eso quisieras, buena abuelita!

 

Agárrese la anciana a Lerroux, como las viejas verdes se agarran en sus postrimerías a los mocetones colorados, bien alimentados con el “foies-gras” de favores-

 

¿Qué habrá entre “El Imparcial” y “Lerroux” ¿Qué pactos existirán entre el exrevolucionario de la  “semana trágica” y la cotorra liberal? ¡Averíguelo la “Sociedad Editorial”.

 

¡Misterios, anciana, misterios ¡ …

 

Un caldito le conviene, simpática, venerable abuelita”.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 498, 30 de septiembre de 1911