Nota de la Redacción de El Mundo que precede a la Carta al Director

Esta carta estaba prevista que se publicara el pasado sábado, aunque el atentado de ETA obligó a posponerla por el aluvión de misivas condenando el asesinato. El señor Vílchez, sin embargo, ponía en duda en su blog que EL MUNDO la publicara. El ex líder comunista ha pretendido con su inexplicable reacción convertirse en víctima sin justificación alguna, ya que fue advertido de que su carta se publicaría el lunes, como así ha sucedido. Con estos golpes de efecto el señor Vílchez ha querido tener un protagonismo que si algún día tuvo hace ya mucho tiempo que perdió. Aquí está su carta señor Vilchez.

 CARTA AL DIRECTOR PUBLICADA POR EL MUNDO EL 22/06/2009


Antonio Alemany: un hombre sin argumentos.

Sr. Director de “El Mundo”

Habida cuenta que en el artículo titulado Vílchez y la memoria histórica publicado en el periódico que usted dirige, el pasado 17 de junio y firmado por  Antonio Alemany Dezcallar,  se vierten diversos insultos y descalificaciones hacia mi persona, le ruego publique    las siguientes puntualizaciones:

Me parece puro sarcasmo que el señor Alemany Dezcallar quiera comparar las contraprestaciones militares prestadas por el franquismo a la Alemania nazi –léase División Azul- con las misiones encomendadas a nuestro ejército en el exterior en la actualidad. Vamos, de pura risa. Parece como si, falto de argumentos, necesite rizar el rizo y realizar comparaciones absurdas.

No me cabe duda que gran parte de los que dieron su vida, inútilmente, en la denominada expedición de la División Azul, fueron, también, víctimas de la irresponsabilidad de un régimen –el franquista- que jugó, hasta el final, con mayor o menor entusiasmo, pero con convicción, la carta de la “nueva civilización” auspiciada por los Goebbels, Göring, Himmler, y, al frente de todos ellos Adolf Hitler y, junto a ellos, Benito Mussolini y Francisco Franco.

Por mi parte, considero que, guste o no guste, el señor Alemany es preso de su talante obcecadamente autoritario  y, en consecuencia, cuando se halla sin argumentos, utiliza la bronca, el insulto, la descalificación y, ya puestos, la mentira y la calumnia sin límite.

El insulto y la calumnia no merecen debate, ya que, por supuesto, al señor Alemany le es indiferente lo que yo pueda considerar sobre el asesinato de Andreu Nin, las atrocidades cometidas en Menorca en el período bajo el mando del brigada Marquès – finalmente fusilado por los llamados nacionales- o sobre todas y cada una de las tropelías que se cometieron en la zona republicana, que las hubo y  son condenables sin paliativos.  Entre ellas, no lo duden, también cuentan los asesinatos de Paracuellos del Jarama.

Y, si el señor Alemany  quiere oír que el estalinismo fue un régimen depravado y tiránico, ahí queda dicho. Pero, no creo que eso le interese lo más mínimo, ya que lo suyo, queda también dicho, es la bronca, el insulto y la calumnia.

Consciente, pues, de que estas letras van dirigidas hacia alguien que ha conseguido soliviantar a media Palma y que ha hecho de la impunidad y la desfachatez oficio de letras, uno, que no es profesional de la calumnia, no puede dejar de manifestar rechazo hacia quien utiliza la pluma para la descalificación y el ataque personal, sin aportar argumentos al tema de fondo, con independencia de que con ello dé rienda suelta a su ira y, a la vez, contente los oídos de  su público que, invariablemente, suele estar ubicado entre lo mas reaccionario y rancio de la sociedad mallorquina.

PD. No creo que exista ninguna ciudad europea que dé nombre a una de sus calles utilizando a un militar que, en definitiva, se enfrentó con uno de los países Aliados que generaron el mayor esfuerzo y sacrificio para terminar con la bestia nazi-fascista.

Palma, 18 de junio, 2009

Pep Vílchez

 
Alemany ha dicho:
Vílchez y la memoria histórica ( PDF )
El sujeto del debate no soy yo, sino usted, De Vilchez