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Huelga de curtidores Al cabo de catorce semanas de lucha han acordado los obreros curtidores en huelga deponer su actitud y acudir de nuevo al trabajo, con la precisa condición, según nos han informado, de reanudar la huelga en el plazo de tres meses, si durante este lapso de tiempo no se ha cedido al gremio las nueve horas y media como jornada. El solo hecho de sostener una huelga catorce semanas, demuestra por sí solo que, la unión entre los que lucharon fue verdadera, aunque no lo suficiente, como el resultado demuestra, en abatir la intransigencia de los patronos; pues éstos apelando, como único medio de defensa a la admisión en sus fábricas de los rompe-huelgas esquirols, han podido luchar saliendo del paso con el auxilio de estos desgraciados. Sin embargo, a pesar de haber desistido los obreros de continuar la huelga, por lo que se desprende del acuerdo de reanudarla a los tres meses, demuestra que su espíritu de lucha aún no ha decaído, y que por el momento, dadas las presentes circunstancias interrumpen la huelga para continuarla al cabo de un tiempo dado, si no se les satisface en la modificación de las horas de la jornada. También tomaron otro acuerdo, que consiste en separarse de la Federación Local, por ciertas ofensas, según dicen, inferidas a la Sociedad “Unión de Curtidores”, por ciertos individuos, como también por la falta de apoyo moral de aquel organismo durante el curso de la huelga; porque la Federación Local no ha procedido como debía, a pesar de haberles prestado todo el apoyo material, según manifiestan. Por nuestra parte hemos de manifestar, que en Palma se han efectuado bastantes huelgas perdiéndose unas y ganándose otras; y sin embargo, en las que se han perdido, en ningún caso se ha pretendido hacer responsable del fracaso a ninguna entidad, ni a ningún individuo. Núm. 465, 11 de febrero de 1911
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