Vista de la segunda causa contra Bisbal

El jueves a las 10 y media tuvo lugar la vista del juicio contra nuestro compañero Bisbal por las hojas que publicó el día 21 de agosto y 7 de septiembre, contra el fabricante Estrany.

El secretario lee el sumario de la causa y en el patio se oye ruido y silbidos, por pretenderse que no entrara el público en el local. Poco después penetra en la sala un numeroso gentío.

El fiscal SR. Fiol, defensor del Sr. Estrany y pregunta a Bisbal si él es el autor de las dos hojas a lo que se confiesa y declara único autor.

El fiscal modifica sus conclusiones y considera dos delitos, uno en cada hoja y pide para el procesado la pena de 4 años, 9 meses, 10 días de destierro y 2.500 pesetas de multa por cada uno de los dos delitos.

La defensa también modifica las suyas en el sentido de apreciar en su defendido la comisión de un delito de injuria leve y por tanto debe condenársele a la pena de 1 mes y 1 día de arresto y 150 pesetas de multa.

El acusador empezó dedicando un recuerdo e implorando del auditorio una plegaria para un magistrado fallecido y que formó parte del Tribunal en la anterior causa que se dio en esta Audiencia contra Bisbal. Apreció y calificó de graves dos delitos de injuria cometidos por Bisbal contra la persona del Sr. Estrany y para los cuales pidió la pena señalada en sus conclusiones, añadiendo que por la calidad del procesado no puede conformarse en que se le destierre solamente a 25 kilómetros, sino que debe ser el destierro a 100.

Seguidamente D. Fernando Pou comienza su vibrante y enérgico discurso diciendo que no puede adherirse a la plegaria y recuerdo dedicado por el acusador al magistrado fallecido puesto que en el Colegio de Abogados ya se tomó acuerdo en este sentido y al cual unió su voto, pues el hacerlo aquí en la forma como lo ha expresado la acusación más bien parece un acto de adulación y servilismo a los vivos que no un  recuerdo sincero a la memoria del difunto.

Dijo que seria breve pues el procesado y yo tal vez tengamos que arreglar las maletas para emprender un viaje forzado, si se cumplen las amenazas del Sr. Gobernador.

Dice que las dos hojas publicadas por su defendido constituyen un solo delito de injuria por referirse a la misma campaña.

Sostiene que lo que se pretende es privar a Bisbal de estar con sus compañeros y alejarle de la isla.

Añadió que no se encontrará una persona que diga mal de Bisbal, mientras que de Estrany no se encontrará una que hable bien.

Dijo que esta cuestión debe apreciarse no como una lucha personal sostenida por Bisbal contra el Sr. Estrany, sino como una causa social derivada de los antagonismos entre el Capital y el Trabajo, lo cual es muy distinto de una riña u ofensa personal.

El Sr. Pou estuvo enérgico y valiente en su discurso.

La causa quedó conclusa para sentencia.

Al acto ha asistido un público mucho más numeroso que la otra vez.

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Al salir el procesado acompañado del señor Pou el público prorrumpió en vivas a los dos y al intentar seguirles, las fuerzas de la guardia civil y policía les ha cerrado el paso.

En vista de ello, los obreros, han marchado por otras calles hasta reunirse con el Sr. Pou y el compañero Bisbal, acompañándoles hasta el domicilio del primero.

Ante los insistentes aplausos de la muchedumbre, el compañero Bisbal, junto con el Sr. Pou se han visto obligados a salir al balcón y el primero suplicó a los manifestantes que se disolvieran porque ahora -dijo- que el zarismo ha desaparecido en Rusia y según parece, se ha reconcentrado en Palma. Disolveos, pues, para no ser víctimas del despotismo de nuestro petit Zar.

Al dirigirse el procesado a su domicilio, la policía y la guardia civil, cumpliendo órdenes severas recibidas, ha procurado intentar que los obreros no se unieran a él, pero que el público demostraba de una manera evidente sus simpatías hacia nuestro estimado compañero.

A pesar de las medidas provocadoras tomadas por el Sr. Gobernador, la clase obrera ha demostrado sensatez y cordura, pues, de lo contrario, los alardes de fuerzas hubieran podido tener fatales consecuencias y haber un día de luto en esta capital tranquila y sensata.

Durante todo el día, alrededor del Centro Obrero, ha habido fuerzas de policía y guardia civil custodiándole y no sólo allí, sino que el domicilio de Bisbal y del señor Pou lo estaban también.

En fin, medidas provocadoras, que han dado más importancia al acto y por ello EL OBRERO BALEAR envía desde estas columnas un sincero y entusiasta voto de gracias a D. Dionisio Alonso Martínez.

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Como hemos tenido que escribir esta reseña del juicio y todo lo concerniente a las medidas gubernativas que a él se refieren cuando ya apenas quedaba tiempo para ello, puesto que este semanario entra en máquina los viernes por la mañana, seguramente nuestro trabajo adolecerá de bastantes defectos, lo cual nos dispensarán nuestros lectores.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 792, 14 de abril de 1917

 El judici de can Estrany