¡Por falta de elementos o de voluntad!

 

En los presentes momentos nótase en la clase obrera de Palma y de varios pueblos de esta isla un espíritu de organización y renacimiento hacia los ideales del Trabajo, que es una lástima que tan hermoso despertar de los oprimidos tenga que ahogarse por falta de elementos que los encauce y dirija o por falta de voluntad en aquellos hombres ya viejos en las organizaciones societarias y socialistas y que, al parecer, ahora más que nunca deberían prestarse para los trabajos que las necesidades del movimiento actual requieren.

 

Fíjense bien los compañeros veteranos y convencidos de las doctrinas societarias y socialistas en el papel que desempeñamos ante la clase obrera que quiere organizarse, esa clase obrera que tantas veces hemos recriminado por su apatía, y ahora que muestra deseos de sacudirla tropieza con la indiferencia de los mismos que mil veces hemos pregonados su unión y requerido su apoyo para las luchas contra la opresión capitalista.

 

Y que no es una ilusión que la clase explotada va sacudiendo su letargo y se decide por fin a luchar con firmeza por su mejoramiento y reivindicación, pruébanlo con evidencia clara los hechos que a nuestra vista se desarrollan.

 

En poco tiempo hemos visto en Palma fundarse en el Centro Obrero una cooperativa de consumo, cuya marcha progresiva es de todos conocida. Se han reorganizado las sociedades de sombrereros, cordeleros, aserradores, torneros, zapateros y en vías de ello estas los fundidores. Los zapateros han obtenido ya una mejora en el salario de bastante consideración.

 

En los pueblos tenemos Algaida, Alaró y Capdepera que también han despertado a la organización, fundándose en ellos sociedades de resistencia, y en Esporlas con gran facilitad podría constituirse un Sindicato obrero y una Agrupación socialista.

 

EL OBRERO BALEAR jamás se había visto como ahora con tan gran número de suscriptores, aumentando de cada día la cantidad de ellos.

 

Todo este movimiento que dejamos apuntado, a excepción de la cooperativa, se ha operado casi a impulso propio y espontáneo de los interesados directamente, esto es, sin la iniciativa ni el esfuerzo ni la intervención, o mejor dicho, en medio de la indiferencia casi unánime de los que tenemos el deber irrecusable de ser los primeros en aportar el grano de arena cuando no todo el arenal a la obra común de emancipación obrera. Y más cuando las circunstancias se presentan tan propicias y favorables como ha sucedido ahora.

 

Pensad cuan más extenso e intenso no seria el movimiento obrero en Mallorca si todos y cada uno de los socialistas principalmente, hubiésemos desplegado aquella voluntad y energía que en otros tiempos desplegábamos sin ser tan oportuno y tan necesario como el presente.

 

Y aún tendría algo de disculpa nuestra actitud en lo pasado si al menos se viera en nosotros un firme propósito de enmienda, procurando consolidar el actual ambiente obrero y disponiéndonos a trabajar en todos sentidos para que su acción resultase eficaz. Pero si tal propósito no se ve en los compañeros, no sé si por falta de convicción o por hallarse vencidos de cansancio; lo cierto es que por el camino que vamos, todo lo ganado por vías del azar, y aún del esfuerzo vamos a perderlo por el gusto de no hacer nada por conservarlo.

 

Lorenzo Bisbal

  

EL OBRERO BALEAR

Núm. 419, 19 de marzo 1910

 

fideus/