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MEDITEMOS Ante la manifestación inocultable de dos corrientes de opinión que sobre táctica política existen en nuestro Partido, creo es deber de todos los socialistas españoles concentrar preferentemente su atención sobre el problema planteado, pues éste tendrá que resolverse de una u otra manera; más como la solución depende de nosotros mismos, ha de darla el Partido, cuya unidad y desarrollo deseamos todos los que a él pertenecemos, es menester que desde el primero al último afiliado nos consagremos al estudio de tan interesante asunto. Querer ocultar con el desden o el silencio una cuestión tan trascendental, mostrarnos indiferentes a la idea de un nuevo método político que late y arraiga en la mente de gran parte de nuestros correligionarios, sería la torpeza más grande que podríamos cometer, y quizá de ellos nos arrepentiríamos pronto pues las consecuencias de seguro serían fatales para el desenvolvimiento y prosperidad de nuestras ideas. Prevengámonos, pues, a impedir que esto suceda. El problema es este: “¿Seria conveniente establecer coaliciones con el Partido Republicano?” Este es el punto discrepante. Unos compañeros opinan que si y otros que no ¿en qué parte de las dos está la razón y el acierto? ¿cuál es la tendencia que marca más facilidades de positivo progreso para el Partido? He aquí el objeto a estudiar. Mas ante todo es preciso que nos pongamos en condiciones de juzgar la cuestión con la más escrupulosa imparcialidad. Nada de apasionamientos, nada de amor propio. Con el espíritu tranquilo, el cerebro despejado de sombras y prejuicios y teniendo en cuesta siempre el engrandecimiento del Partido Socialista, es el mejor modo de analizar profunda y concienzudamente el problema. Hagámoslo así, con alteza de miras, sin mezquinas preocupaciones, y sea cual fuere la resolución que tomemos, como ésta será producto del razonamiento sincero, de la meditación desapasionada e imparcial, quedarán, como siempre, inquebrantables nuestros principios y nuestra disciplina. Meditemos pues, sobre el asunto, alumbrémonos unos a los otros mediante la discusión razonada y altruista. Yo me inclino en creer que ha llegado la necesidad de que todos los periódicos socialistas de España imiten a “La Lucha de Clases”, concediendo tribuna libre en sus columnas a todos los afiliados para que puedan exponer su modo de pensar con respecto a coaliciones. Esta es, en mi concepto, la única manera de iluminar cerebrios y crear conciencias. Palma 1 de Mayo de 1907 L[orenzo] Bisbal Núm. 335, 1 de maYO de 1907
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