1922 –  Fin de una campaña

 

Con la destitución del Comité de la Casa del Pueblo se ha puesto fin a una campaña sostenida desde “El Obrero Balear” por Lorenzo Bisbal, rastreramente, como reptil venenoso, así como sabe hacerlo.

 

Lo de menos habrá sido hallar motivos para vapulear a dicho Comité y cuando no existan lo de menos, también, para hombres como Bisbal es inventarlos; pero aparte de todas las acusaciones la realidad íntegra se halla en su derrota de concejal. Los comunistas no le derrotaron, ayudaron solamente a producir su derrota y esto no lo podrá personar jamás la organización netamente sindical, importándole un bledo su triunfo o derrota; tenía inevitablemente que sufrir la bilis y despecho intensísimo producidos en el ánimo de quien al perder el acta le causa dolor intenso tanto como si hubiera perdido a uno de sus deudos.

 

Divide y vencerás, nos dice y precisamente esta es su máxima predilecta y en ella ha inspirado su innoble labor esta última temporada si aquel sindicalista peleó con aquel comunista y ahora son “amigos” sin perjuicio de brindarnos alianzas cuando a sus fines electorales le ha convenido para reaparecer al siguiente día la misma alimaña venenosa de siempre.

 

D este modo acaba de llegar y por estos medios a lo que tanto anhelaba a la presidencia de la Casa del Pueblo, desde cuyo puesto podrá reanudar las relaciones con don Juan March, su señor, la misma burguesía podrá acaparar todo el laurel que pueda para ofrendárselo desde las columnas de sus periódicos como pago a inapreciables servicios.

 

Y, a reglón seguido con la diestra nos mostrará el ramo de olivo como emblema del frente único y en la siniestra esconderá el puñal artero y este hombre reputado de cierta inteligencia dará prueba una vez más de su ignorancia al pretender tomarnos como chinos.

 

    CULTURA OBRERA nº 144

    20 de Mayo de 1922