1923 –  Cuestiones obreras / Sobre la Casa del Pueblo

Palma 2 de Agosto de 1923:

 

Sr. Director de LA ALMUDAINA

 

Muy señor mío: Otra vez me veo en el caso de suplicarle acogimiento en su periódico de estas cuartillas en contestación al segundo escrito publicado por los sindicalistas en estas columnas, en su número del jueves último, sobre la Casa del Pueblo y su Patronato. Por ello le anticipa las gracias S.S.Q.E.S.M. Lorenzo Bisbal,, Presidente del aludido Patronato.

 

Perplejo me he quedado cuando he leído el cúmulo de inexactitudes e invenciones que contiene el referido escrito que firma Bartolomé Albertí a nombre de los Sindicatos de Transportes, Textil, Alimentación. La Emancipación y Comité de la Federación Regional de Baleares para, sin duda, justificarse en la actitud que se han colocado en vez de la nueva Casa del Pueblo, actitud que no tiene justificación por lo falsa e incomprensible.

 

Ahora resulta, según parece, que si los presidentes de la mayoría de estos Sindicatos firmaron la escritura de la aludida Casa del Pueblo fue porque yo les sorprendí y abusé de su ingenuidad, en cuya tarea de falsario me acompañaba don Alejandro Jaume. ¡Cuánta audacia se necesita para estampar semejante falsedad! ¿Pero es que los sindicalistas se prestan a que cualquiera les haga firmar lo que les da la gana? ¿No eran mayores de edad los que firmaron el documento? Con decir que uno de ellos, el difunto Juan Marroig, lo firmo en nombre del Sindicato de Transporte y que además de llevar más de treinta años dentro la organización obrera era el primer líder del sindicalismo mallorquín, queda demostrado que lo de la ingenuidad y la sorpresa es un ardid rebuscado en la imaginación sindicalista para salir airosos del atolladero, ardid que a la vez es una ofensa para los mismos a quienes se trata de defender puesto que se les supone tan inconscientes de sus actos que firman compromisos de la clase trabajadora que representan sin saber lo que firman. ¡Y sin embargo se las dan de capacitados para hacer la revolución y asumir la dirección del proletariado en una nueva sociedad humana! Principiemos primero por discernir lo que es humanidad, lo que es proletariado y lo que es y significa firmar una escritura notarial.

 

Otro ardid y muy ofensivo también, esta vez para el Notario, es el afirmar que la lectura de la escritura no prosiguió a instancias mías y de Alejandro Jaume. Porque o los que tal dicen no saben lo que dicen o con ello quieren suponer que el Notario que hizo la escritura estaba sobornado por Jaume y por mí, ya que, siendo sagrada obligación suya, por razón de ley, leer a los interesados los documentos inherentes a su cargo, si estos renuncian a hacerlo por sí mismos, dejó de cumplir esta obligación al mandado o indicación nuestras.

 

No, compañeros sindicalistas (os llamo compañeros porque el tratamiento se “señor” que vosotros usáis conmigo, entre nosotros me parece un poco despectivo), no es por esto que no queréis ir a la Casa del Pueblo, es porque os da un poco de miedo la unidad obrera ya que, como os reconocéis tan cándidos y tan ingenuos teméis que alguna imprevista sorpresa quebrante vuestros principios y os reduzca a la nada. Mas yo os digo que el camino de la nada es el que ahora seguís, porque quien va contra la verdad muere, y vosotros, en ese asunto de la Casa del Pueblo, hacéis muy poco honor a este principio eterno.

 

Por lo demás ya estoy acostumbrado a que todas las cuestiones las personalicéis en mí dándome la culpa de todo cuanto ocurre en el cielo y en la tierra.

 

No volveré a molestarle en este asunto, señor director.- Lorenzo Bisbal,.

 

La Almudaina

3 de agosto de 1923