Reportaje. Manacor/Memoria histórica

´Por la huida de las hordas marxistas´

Instante del desembarco del 16 de agosto de 1936 en sa Punta de n’Amer.  Foto: Archivo general militar de Ávila

La retirada de honores a Franco y al coronel García evoca el triste y cruel pasado bélico

T. OBRADOR. MANACOR. Tras dejar sin efecto, en el pleno del pasado lunes, los títulos de honor concedidos al dictador Francisco Franco y al coronel Luis García Ruíz, en el municipio de Manacor los partidos políticos con representación en el consistorio coinciden en que queda como asignatura pendiente cambiar los nombres de carácter bélico reflejados en placas de más de una veintena de calles y plazas. El acuerdo tomado por la corporación a propuesta de PSM+Esquerra+Verds supone en consecuencia que Manacor confirma su intención de desprenderse de su pasado bélico y de hacer con ello una manifestación a favor de la memoria histórica y de la normalización democrática.

Consultado ayer, el escritor y colaborador de este periódico Toni Tugores –autor entre otras publicaciones de los libros La guerra a casa y La història robada, editados por Documenta Balear–, aplaudió la decisión del consistorio manacorí. "Manacor se distinguió desgraciadamente en 1936 por la represión, y ahora destaca por llevar a cabo iniciativas en sentido opuesto, que pueden contribuir a hacer más justicia", señaló.
El hecho de que Franco y García hayan dejado de ser hijos adoptivos merece recordar cómo transcurrieron las cosas.

El 6 de noviembre de 1936 el gobernador civil, Mateu Torres Bestard, destituyó al capitán Jaume Jaume Rosselló de la alcaldía de Manacor, poniendo a Tomeu Rosselló Amer en el cargo. Siendo alcalde este último, el 21 de diciembre de 1936 él y los regidores Pascual, Grimalt y Llull nombraron hijo adoptivo de Manacor y predilecto de España al Generalísimo don Francisco Franco Bahamonde, y en el mismo pleno, "habida cuenta de la brillante y acertada actuación del coronel don Luis García Ruíz dirigiendo las operaciones que dieron por resultado la huida de las hordas marxistas del suelo mallorquín", se ensalzó también como hijo adoptivo a García, quien en 1939 fue declarado además hijo adoptivo de Mallorca y se le dedicó hasta 1979 la plaza conocida ahora como Porta des Camp.

Luis García López (Málaga, 1877-Palma, 1949), cuando estalló el movimiento era teniente coronel de ingenieros, y al ser uno de los que estaban compinchados en el golpe de Estado desde meses atrás, fue puesto como gobernador civil en Mallorca por el general Goded, quien se dirigió el 19 de julio a Barcelona y dejó a sus hombres en puntos clave. En la costa del Llevant de la isla, sobresale el famoso desembarco del 16 de agosto en sa Punta de n’Amer, por parte de fuerzas multicolores; socialistas, anarquistas, comunistas, etc, con el capitán catalán Albert Bayo como jefe de operación. La indisciplina y descoordinación perjudicaron a esta campaña que inicialmente tenía más fuerza que el bando nacional, hasta la entrada en escena de aviones italianos. El 30 de agosto García tomó el mando militar de los nacionales, sustituyendo a Ramos Unamuno. El historiador Tugores detalla que en la noche del 3 de septiembre los republicanos abandonaron obedeciendo "clarísimas y tajantes órdenes del gobierno de Madrid", donde no interesaba entrar en conflicto con Italia y desde el comienzo veía mal la expedición.


García y otros militares fardaron de esta retirada calificándola de gran victoria para los nacionales. Se calcula un mínimo de 1.500 fallecidos en el frente de Porto Cristo y sa Coma, entre los distintos bandos. El mismo García reconoció a 200 personas como prisioneros rojos. La crueldad posterior fue terrible, con casos extremos como el de cinco enfermeras torturadas y un aviador checo ridiculizado y fusilado ante cientos de vecinos. Todo apunta a que en el litoral, especialmente bajo la arena de sa Coma, o en el cementerio viejo de Manacor, entre otros lugares, podrían hallarse restos óseos.

Reproduït de DIARIO DE MALLORCA

06/05/2009

 

El dictador Francisco Franco y el coronel Luis García Ruíz dejan de ser hijos adoptivos

T. O. MANACOR. El respeto a la Ley de memoria histórica aprobada por el Gobierno central y la sucesión de pasos realizados por el ayuntamiento de Manacor a favor de la normalización democrática sumaron ayer, lunes, un nuevo capítulo. Si en el pleno de hace un mes el grupo PSM Esquerra Verds no logró que se retirara por vía de urgencia la condición de hijo adoptivo del municipio de Manacor del dictador Francisco Franco, en la sesión ordinaria de este mes de mayo se aprobó por unanimidad no tan solo dejar sin efecto el título de honor concedido en diciembre de 1936 al general, sino que también el que en la misma fecha se otorgó al coronel Luis García Ruíz.


Por asentimiento, PSM Esquerra Verds, PSOE, ALM-UM y el pacto de gobierno PP-AIPC acordaron dejar sin efecto ambas condiciones de hijos adoptivos. Del debate cabe apenas señalar que el PSOE expresó su respaldo a la propuesta de la coalición de izquierdas reiterando su postura a favor de la recuperación de la memoria histórica y la progresiva aplicación de la Ley del Gobierno central referida a estas cuestiones. Mientras que ALM-UM también votó a favor pero consideró que debería de haberse tratado en junta de portavoces, avisando que este tipo de temas pueden herir sensibilidades.

Satisfacción

Por su parte, Joan Llodrà, representante de Esquerra que defendió en los dos plenos dicha moción, expresó su satisfacción por la decisión final del Consistorio: "Estoy contento, ahora queda pendiente el cambio de más de veinte placas de calles, como por ejemplo la Plaza Primo de Rivera".


Llodrà, que al tramitar junto al concejal Toni Mesquida (PP) el expediente para proclamar en teoría antes de julio al lingüista y editor Francesc de Borja Moll como hijo adoptivo de Manacor descubrió el título de honor que poseía Franco, afirmó que "una sociedad democrática no puede honrar a un dictador". Respecto al coronel Luis García Ruíz, explicó que la distinción fue "por destacar dirigiendo las operaciones que dieron por resultado la huida de las hordas marxistas del suelo mallorquín". Este militar destinado a la zona de Porto Cristo (donde se vivió el desembarco) dirigió la represión.
En los últimos años, en Manacor, se han eliminado monumentos franquistas, se declaró hijo ilustre al alcalde republicano Garanya y miembros del PP han acudido al tradicional acto republicano en el cementerio de Son Coletes.

Reproduït de DIARIO DE MALLORCA

04/05/2009