Catolicisme i moviment obrer   |  | |TEMA: MOVIMENT OBRER  | CATOLICISME

Los clericales despechados

Con motivo del éxito obtenido el domingo último por el elemento demócrata de Palma, no hay quien pueda acercarse a los clericales. Es tanta la obcecación que de ellos se ha apoderado, que hasta con patente de tal, se corre el peligro de considerarle a uno como anticlerical y ni hasta del sacristán se fían; tan numerosa fue la concurrencia que tanto el meeting como a la manifestación pudo observarse.

En su afán de quitar importancia a los actos del domingo, pregonan que fue un completo fracaso y que a ellos solo asistieron unos cuentos infelices que reciben protección de los padres de … la Conjunción, y, un sin número de domésticas con sus chiquitines y algunas viejas gruñonas desprovistas hasta de tarjeta.

¡Lo que es el fanatismo clerical! Hasta discurrir no pueden. Creían o aparentaban creer, que en Palma no se llevaría a efecto la protesta anticlerical, no porque ignoren que el pueblo no está con ellos sino por falta de valor cívico, pues el resultado caso de efectuarse lo preveían; y, aún en sus cálculos se han llevado chasco, porque no esperaban que el acto revistiese el carácter e importancia que el pueblo palmesano ha sabido darle.

Con que ya lo saben nuestros francos adversarios, los que en busca de firmas para llenar pliegos y más pliegos (que de nada han de servirles) no se dieron momento de reposo al objeto de demostrar la adhesión de toda Mallorca al Gobierno de Maura y la gran protesta al de Canalejas, creyendo ¡oh ilusos! Que en el resto de España se figurarían que Palma es eminentemente clerical o borreguil. Y en premio a sus servicios prestados tan desinteresadamente y a las obras de caridad ejercidas con tanta benevolencia, el pueblo en masa les vuelve la espalda.

Sin embargo nosotros, que en la ocasión presente nos dolemos del inválido, invitamos a los directores del elemento clerical en esta ciudad, que recojan la firma del pasado domingo y se la sirvan como mensaje a su digno representante.

Y, otra vez procuren ser más prudentes y se evitarán no sólo la ridiculez sino que también el fracaso.

Con que hasta otra, amigos despechados.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 438, 30 de julio de 1910

fideus