¿Gobernador o Zar?

Un caso verdadero extraño y de mucha trascendencia es este.

Llamados por el Sr. Gobernador, los compañeros Lorenzo Bisbal, Vicente Torres como redactor de EL OBRERO BALEAR y Jaime Riera Albertí como Director, el miércoles por la mañana nos dirigimos a su despecho, intrigados en saber lo que quería de nosotros, Una vez en su presencia nos dijo, en estas o parecidas palabras: Les he llamado a Vdes, para decirles que, les prevengo que si mañana en el juicio que se ha de celebrar acuden más de DIEZ personas, a los tres, por la noche les embarcaré para Barcelona.

Estas palabras que fueron dichas en un tono seco e imperativo nos sorprendieron.

Siguió hablando en forma parecida largo rato y luego nosotros le contestamos.

Primeramente fue Bisbal quien le dijo que él, solo era responsable de su persona y que no podía evitar que al juicio asistieran público y que por lo tanto, podía deportarlo a Barcelona cuando quisiera. Que podía usar y abusar del poder que le conceden las circunstancias extraordinarias, pero que era imposible acceder a sus deseos. Que de deportarlos cometería una arbitrariedad enorme.

El compañero Riera le dijo que él no podía evitar que al juicio asistiesen muchos obreros, por cuanto es sabido que esta causa es muy interesante para los obreros y que sólo se hacía responsable de su persona y que podría deportarlo a Barcelona.

El compañero Torres le dijo, “puede usted prenderme ahora mismo, porque tengo la seguridad de que habrá mucho público”.

Aprovechando la circunstancia de encontrarnos allí, Bisbal le dijo que lo que hacía era perseguir a los obreros y al EL OBRERO BALEAR, por cuanto los periódicos que de Madrid vienen. No son tan víctimas de la censura como es el nuestro, por cuanto nuestros artículos tachados, de leerlos el público vería que ha sido una arbitrariedad más.

Riera, le manifestó que estaba bien cierto que los artículos mutilados lo eran sin fundamento y que lo que se pretendía era molestar a EL OBRERO BALEAR.

Resultado; que si asistían al juicio más diez personas los tres compañeros mencionados por la noche seríamos deportados para Barcelona.

Al salir de su despacho no encaminamos al domicilio del abogado defensor del compañero Bisbal, Sr. D. Fernando Pou y le explicamos lo sucedido y junto con él fuimos otra vez al despacho del Gobernador y una vez allí el Sr. Pou le dijo: Acaban de visitarme estos tres señores y creo que habrán entendido mal lo que les ha dicho, de que si mañana en el juicio había más de diez personas los deportaría a Barcelona. Contéstole el Gobernador que así era en efecto. ¿Podría dar Vd. la orden por escrito? -añadió el Sr. Pou- por qué estos tres hombres no pueden evitar que mañana asistan muchas personas, porque muchas de las veces que informó en la Audiencia asisten muchos obreros, contestándole el Sr. Gobernador que no tenía porque escribir orden alguna y que aunque el Sr. Pou fuese abogado y concejal no estaba exento de correr los mismo riegos que ellos. Díjole el Sr. Pou que podía hacerle responsabilidades que él no las rehuía, y que pensaba publicarlo en la prensa.

Mantúvole el Sr. Gobernador en sus trece de que debido a las facultades que le concedían las circunstancias, mantenía lo dicho.

Esto lectores es lo que sucedió el miércoles y ahora decida a ver si este acto cometido por un Gobernador liberal no es un hecho bien claro de lo inepto que es para desempeñar el cargo y decid también si el zar de Rusia, en su pleno mando, habría tenido agallas para más.

Porque la suspensión de las garantías constitucionales podrán dar facultades a los Gobernadores, pero éstos no podrán, en manera alguna, abusando de dicho poder, hacer responsables a tres hombres y deportarlos a Barcelona, ya que éstos no pueden evitar que en un juicio asistan muchos obreros.

Si el Sr. Gobernador no se chupa el dedo, tampoco nos lo chupamos nosotros, pues somos ya mayorcitos y obramos dignamente y sabemos que solo somos responsables, cada uno de su persona y de sus actos.

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CARTA ABIERTA

Sr. Director de “La Última Hora

Muy señor mío: Le quedaré sumamente agradecido si inserta en su periódico las siguientes líneas;

Esta mañana, el Gobernador civil de la Provincia, D. Dionisio Alonso Martínez, ha llamado a su despacho a los obreros Lorenzo Bisbal, Jaime Riera Albertí y Vicente Torres Juan; y a la presencia del que suscribe, les ha advertido que “si mañana asisten más de diez obreros al juicio que se ha de celebrar en la Audiencia contra Bisbal y por el asunto Estrany, hará de ello responsables a dichos tres obreros y por la noche los embarcará para Barcelona.”

Le queda agradecido señor Director, S:S:, q.b.s.m., Fernando Pou

Palma, 11 de abril de 1917

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Y este otro que mandaron a “La Almudaina” y que no pudo insertar íntegro debido a los motivos, que dio.

COMUNICADO

Sr. Director de “La Almudaina”.

Muy Sr. nuestro: No haría un gran favor si diera publicidad en su diario a las presentes líneas, por lo cual le damos anticipadas gracias sus atentos S.S.Q.S.M.

Palma 12 de abril de 1917

Vicente Torres Juan,. Jaime Riera Albertí, Llorenç Bisbal 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 792, 14 de abril de 1917

 El judici de can Estrany