ACTUALIDAD POLITICA Vida política (1)
Hay quien cree todavía –dando fe a lo aseverado por los monárquicos- que el término del debate en el Congreso sobre los asuntos del Ayuntamiento de Barcelona ha herido de muerte a la Conjunción republicano – socialista.
¿Dónde están los hechos que puedan dar fundamento a esa creencia? En ninguna parte.
El Partido Socialista, ahora como antes de suscitarse dicho debate, mantiene la necesidad de que la Conjunción de los republicanos con las fuerzas que constituyen debe persistir para efectuar en el plazo más corto la sustitución del régimen político que hoy impera por la República.
¿Qué elementos republicanos no quieren la Conjunción? Con ella están conformes los que figuran en las filas federales; lo están asimismo los progresistas, lo aceptan cuantos siguena a Azcárate y Melquiadez Álvarez; la defienden a todas horas Soriano y los que a su lado pelean; han hecho público que ingresarán en ella todos los republicanos que forman la izquierda catalana, y seguramente pedirán puesto en las filas conjuncionistas, si no es que lo tienen ya muchos de ellos, los elementos que se reunirán en asamblea en Madrid el 11 del corriente.
Tan sólo los radicales, y posible es que no todos, dejaran de figuran en la Conjunción.
Si mantienen, pues, ésta todo el Partido Socialista y la inmensa mayoría de las fuerzas republicanos, no cabe decir con asimo de fundamento que la Conjunción está herida de muerte. Si gozaba de buena salud cuando no la integraban las legiones de la Unión Federal Catalanista, ¿cómo no la ha de tener ahora que ve cubiertos los claros que dejan los radicalers con aquellas? Grupo por grupo, ¿no representa una fuerza mayor la de esos elementos que vienen hoy a la Conjunción, que la de los que se han ido? ¿Puede olvidarse que los radiclaes más hicieron porque creciera y preponderarse su grupo que por dar consistencia y vigor a las fuerzas conjuncionadas?
Esto aparte de que, si la Conjunción rechaza y rechazará siempre a quines procedan como exigen las ideas y los propósitos que ella sustenta, no cesará en la labor de atraer a su campo, toda la fuerza republicana que no esté maleada, denominese como se denomine.
El hecho de que la Conjunción depure sus elementos, imponga a estos que sus actos marchen de acuerdo con sus predicaciones, no la mata ni la debilita, antes al contrario, la robustece y hace más potente.
Estás, pues, equivocados los que creen que por consecuencia de lo acaecido al termina el debate sobre dos resoluciones del Municipio barcelonés, la Conjunción republicano – socialista está en peligro de muerte.
No corre ese peligro, ni lo ha podido correr por lo acaecido entonces.
La masa republicana, como la socialista, quiere la Conjunción para derribar a la Monarquía e implantar la República, y no puede matar en ella ese deseo, ni el disgusto que a algunos puede causar la corrección que se imponga a los que se aparten del buen camino, ni el mal humor o la travesura de tal o cual individuos más o menos significante.
Prueba de ello ha sido el mitin celebrado en Sevilla; prueba de ello serán igualmente loos que se verifiquen en Granada y en otras poblaciones, y hechos que esas misma índole y de otra demostrarán en plazno no muy largo que la Conjunción tiene vida y que cuenta con más fuerza que nunca.
La alegría que experimentaron los monárquicos al suponer que estaba al borde de la tumba, se convertirá en profunda tristeza y en honda preocupación al ver que se mantiene firme y decidida a realizar el fin que siempre ha perseguido.
(1) Por considerarlo de oportunidad reproducimos el presente artículo de Vida Socialista.
Núm. 467, 25 de febrero de 1911
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