Vicente Rojo Lluch   |    |  BIOGRAFIES  | TEMA:   |  MILITARS  |
 

Vicente Rojo Lluch (Fuente la Higuera (Valencia), 1894 - Madrid, 1966) fue un militar español, famoso por su participación al frente de las fuerzas del bando republicano durante la Guerra Civil Española

 

Hijo póstumo de un militar que combatió contra los carlistas y en las campañas de Cuba, de donde volvió enfermo, poco después muere su madre, por lo que tuvo que ingresar en un orfanato militar.

 

En 1911 ingresa en la Academia de Infantería de Toledo, su coronel Jose Villalba Riquelme lo recordaria como un aplicado alumno, de la que sale en 1914 con el grado de subteniente, habiendo obtenido el número 4 en una promoción de 390 cadetes. Después de haber estado destinado en Barcelona pasó al Grupo de Regulares de Ceuta y posteriormente de nuevo a Barcelona y a la Seo de Urgel.

 

El general Vicente Rojo

 

En 1922, ya como capitán, vuelve a la Academia de Infantería, donde ocupa diversos puestos docentes y de administración. Fue uno de los redactores de los planes de estudio de las asignaturas de Táctica, Armamento y Tiro para la nueva etapa de la Academia de Zaragoza. Es en este periodo en la Academia cuando colabora en la fundación y dirección de la Colección Bibliográfica Militar, colección sobre temas militares que alcanzó amplia difusión en España y en el extranjero, junto con el también capitán Emilio Alamán. En agosto de 1932, abandona la Academia para ingresar en la Escuela Superior de Guerra con el objetivo de realizar el curso de Estado Mayor.

 

Durante su estancia en la Escuela se dio la circunstancia curiosa de que se propuso a los alumnos de su promoción que desarrollaran un supuesto táctico que consistía en el paso del río Ebro para establecerse en la ruta Reus-Granadella, operación muy similar a la que unos años después, durante la guerra civil, habría de llevar a la práctica en la célebre batalla del Ebro en el tramo comprendido entre Mequinenza y Amposta. En otra faceta de su biografía, su preocupación e implicación por la formación de los jóvenes condujo, igualmente, a que por estas fechas (1931-1933) fuese nombrado Comisario General de Instrucción de los "Exploradores de España".

 

 

Juan Negrín, Indalecio Prieto y Vicente Rojo

 

Ascendido a comandante el 25 de febrero de 1936, al estallar la guerra civil, en julio de 1936, se mantuvo leal al gobierno de la República, y fue uno de los militares profesionales que participó en la reorganización de las fuerzas republicanas.

 

En octubre de 1936 fue ascendido a teniente coronel siendo designado Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa, mandadas por el general Miaja, jefe de la Junta de Defensa de Madrid, creada para defender la capital a toda costa después del traslado del gobierno de la República a Valencia. En este puesto preparó un eficacísimo plan de protección de la ciudad, que evitó su caída. A partir de entonces, su fama como organizador no hizo sino aumentar. Jefe del Estado Mayor del Ejército del Centro, tuvo una destacada actuación en la planificación de las principales operaciones desarrolladas por el citado Ejército, en el Jarama, Guadalajara, Brunete y Belchite.

 

Con un prestigio acrecentado, en marzo de 1937 fue nombrado coronel y en mayo, tras la formación del gobierno Negrín, Jefe del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas y Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Desde este nuevo empleo se encargó de dirigir la expansión del Ejército Popular, y creó el denominado Ejército de Maniobra, que debía servir de avanzadilla ofensiva del Ejército Republicano. A lo largo de 1937 proyectó las ofensivas de Huesca, Brunete, Belchite, Zaragoza y Teruel, la primera parte de esta batalla, que termino con la conquista de dicha ciudad, fue la única en la que Rojo tomo el mando directo de las unidades, lo que le valió la concesión de la Laureada de Madrid, máxima condecoración del Ejército Republicano, y equivalente a la Laureada de San Fernando.

 

 

Ascendido a general en octubre de 1937 es ya uno de los militares más prestigiosos de la República. La operación más ambiciosa que llevó a cabo a lo largo de 1938 fue la ofensiva del Ebro, que dio lugar a la larga batalla del Ebro desarrollada desde el 25 de julio al 16 de noviembre de 1938, y en la cual la República se jugó su prestigio internacional, su capacidad de resistencia y la posibilidad de poder dar un giro favorable al curso de la guerra.

 

Tras la caída de Cataluña, en febrero de 1939, pasó a Francia y después de una breve estancia en este país el Servicio de Emigración de los Republicanos Españoles (SERE) le abonó el pasaje para trasladarse a Buenos Aires (Argentina). Poco tiempo después el gobierno de Bolivia le ofreció la posibilidad de que organizara y dirigiera la cátedra de Historia Militar y Arte de la Guerra en su Escuela de Estado Mayor, tarea ésta que desarrolló entre 1943 y 1945, siéndole reconocido su empleo de general del Ejército español y condecorado con el máximo galardón.

 

En febrero de 1957 regresó a España, gracias a las gestiones de un jesuita que conoció durante su estancia en Bolivia y avalado también por el obispo de Cochabamba, antiguo capellán castrense a las órdenes de Rojo. Aunque al principio no fue molestado por las autoridades franquistas, el 16 de julio de 1957 el Juzgado Especial para los Delitos de Espionaje y Comunismo le comunica que es procesado por el delito de rebelión militar, aunque finalmente lo seria por Auxilio a la rebelión, en su calidad de ex-comandante del Ejército, paradójicamente por el hecho de no haberse rebelado contra el gobierno legítimo de la República. Al parecer su vuelta no había gustado a ciertos sectores militares, entre ellos al propio Franco que escribiría de su puño y letra en su expediente negar el pan y la sal, Rojo sería condenado a cadena perpetua, en 1958 recibiría el indulto para su cadena perpetua, aunque no lo serían las penas accesorias de interdicción civil e inhabilitación absoluta..

 

Escribió varios libros, donde se recogen sus experiencias militares en la guerra civil, así publicó ¡Alerta los pueblos! (1939), ¡España heroica! (1961) y Así fue la defensa de Madrid (1967).

 

Vicente Rojo falleció en Madrid el 15 de junio de 1966. Las agencias de prensa dieron de forma muy escueta la noticia, los diarios ABC y Ya recordaron su grado de general y únicamente el diario El Alcázar, órgano de los ex-combatientes franquistas, destacó el prestigio de que gozaba entre los militares por su capacidad profesional.

 

Enlaces externos

 

 

Colaboradores de Wikipedia. Vicente Rojo Lluch [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2007 [fecha de consulta: 18 de diciembre del 2007]. Disponible en <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Vicente_Rojo_Lluch&oldid=13648857>.

 

+ Articles:  El País,

El archivo del general Rojo será devuelto a España, El País, 8 de octubre de 1981

Llega a España el archivo del general Rojo, El País, 6 de enero de 1982

El Constitucional reconoce el ascenso a general del jefe del ejército republicano, Miguel González El País, 2 de diciembre de 1989

Dos generales, Carlos Blanco Escola El País, 20 de noviembre de 1993

En el centenario del general Rojo, Carlos Blanco Escola El País, 14 de septiembre de 1994

Raymond Carr rinde homenaje al "patriotismo" del general Rojo, Luis Prados,  El País, 8 de noviembre de 1994

Sagunto rememora la figura del general de la República Vicente Rojo con la edición de un libro, Albert Vidal El País, 30 de jumio de 1998

Una biografía destaca la lealtad republicana del general Rojo El País, 23 de septiembre de 2004

Los Rojo, Enrique Vila-Matas,  El País, 2 de febrero de 2006

General de armas y letras, José Andrés Rojo El País, 19 de febrero de 2006

Rojo, un militar de cuerpo entero, Enrique Moradiellos El País, 4 de marzo de 2006

Rojo: un general republicano, Ramon Irigoyen El País, 22 de abril de 2006

En recuerdo del general Vicente Rojo, Jaime Renart,  El País, 15 de junio de 2006

Los otros militares de julio de 1936, José Andrés Rojo El País, 17 de julio de 2006

Guerra contra Hitler, Jorge M. ReverteEl País, 19 de octubre de 2008

La estratégia de la muerte, Jorge M. Reverte El País, 15 de marzo de 2009

Los inéditos del general RojoEl País, 2 de mayo de 2010

 

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