Sobre la adulteración de las harinas
Sabemos que en cierto café ha habido fuertes
discusiones sobre si
EL OBRERO BALEAR
Decían unos que si a
EL OBRERO BALEAR
Los que crean que
EL OBRERO BALEAR
El dinero que puedan todos los almacenistas de
harinas juntos y el que pudieran reunir todos
los
trusts de carniceros, es poco para inferir
una mancha a la inmaculada virtud de estas
columnas. Sépanlo estos carniceros que por los
cafetines se dedican a quitar la honra de
nuestro periódico, cuando más valdría se
cuidasen de vender la carne sin robar el peso, o
al menos que explicasen el porqué vendían la
carne de buey a dos pesetas 2’10 y aún tenían
que ganar su jornal y para atender a sus vicios.
Sepan además que si no publicamos el nombre del
que expendió harina adulterada fue porque nos
pudimos convencer de que la adulteración
procedía de la casa expendedora de Barcelona y
no de la casa Falconé que ya la había recibido
mala. Y teniendo estos antecedentes ¿hubiera
sido justo ni honrado desacreditar a la casa
Falconé?
Y conste que al obrar como lo hicimos no fue por
presiones ni súplicas de la casa Falconé cuyos
dueños ni siquiera conocemos, sino por dictarlo
así la nobleza y la justicia. Así somos
nosotros.
Núm. 787, 24 de febrero de 1917
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