LAS SUBSISTENCIAS
El conflicto de la carne sigue igual.
Durante estos días ha escaseado de tal manera
que ha habido días que se puede decir que no se
ha puesto a la venta, puesto que unos cuantos
kilos de carne no son suficientes para atender a
las demandas.
Hemos oído muchas veces de que había muchas
miles de cabezas de corderos, pero a pesar de
que nuestra primera Autoridad Civil nos lo haya
dicho y nos tranquilizara algo, el conflicto
sigue igual: no hay carne para abastecer al
pueblo.
¿Qué hace nuestro Ayuntamiento? ¿Qué dice la
Junta de Subsistencias?
El pueblo está cansado de oír palabras, quiere
que todas estas iniciativas de que nos hablan se
trasluzcan en prácticas y que el mercado se vea
surtido cual corresponde.
¿De quién es la culpa? Todos se sacuden el
polvo, nadie quiere cargar con el mochuelo y el
pueblo es el único que sufre las consecuencias
de tener unas autoridades que parece están
jugando con él, y un
trust
de carniceros que se ha creído poder hacer lo
que le da la gana.
Esto no puede seguir así y ya no sólo somos
nosotros los que lo decimos, sino que la prensa
diaria se ocupa de ello en una forma que no
creíamos
Y decimos que no puede seguir así porque el
mercado no puede estar desprovisto, pues a
nosotros no nos interesa saber de quien es la
culpa el abandono en que se halla, lo que nos
interesa más es poder proveernos de los
alimentos que, a causa de las torpezas de
nuestras autoridades no podemos comprar.
¿De quién es la culpa? Ya lo hemos repetido
varias veces: del Sr. Gobernador y del
Ayuntamiento que lo hacen todo menos interesarse
por el pueblo; que todo lo arreglan a las
conveniencias de los acaparadores y comerciantes
bastante para que no apliquen la ley, una simple
recomendación de los caciques que en Palma son
muchos y que no han sabido aplicar el castigo al
trust.
Núm. 788, 10 de marzo de 1917
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