ACTUALIDADES – LAS SUBSISTENCIAS
Hace años que en Palma y en el resto de España
se nota un acentuado encarecimiento de las
subsistencias. Este problema económico de
importancia trascendental, está abandonado
completamente. Los hombres que nos rigen no
saben hacer nada para mejorar esta situación
crítica.
Como no son ellos los perjudicados, sino los
obreros, los de la clase trabajadora, resulta
que no saben, ni quieren arreglarlo.
El Gobernador y el Alcalde con todos los señores
concejales, sólo saben hacer oratoria.
Esta apatía de nuestros gobernantes, que ante el
pueblo presentan con su misticismo hipócrita, y
que detrás no cumplen lo acordado, merecen
nuestras más enérgicas protestas.
Nuestros ediles concejales, con su palabrería,
se han lucido esta vez.
Los obreros que desde varias semanas están
parados, piden trabajo y nuestro Ayuntamiento
ofrece un jornal de 1’50 ptas., jornal que
debemos tener como vergonzoso. Nadie quiere la
culpa, todos se preocupan del conflicto
presente, pero nadie se mueve, ni nadie da
resolución práctica al asunto, dándonos a
comprender su ignorancia en los asuntos que
llevan entre manos.
Las subsistencias están por los nubes y aunque
fuéramos pájaros, difícil nos seria llegar a
cogerlas. El obrero atraviesa crítica situación
y se ve imposibilitado de comer el pan, porque
las subsistencias aumentan de precio y es
preciso que acabe pronto.
¿Por qué motivo será que esto sucede? ¿acaso
quieren inutilizar al pueblo, para alcanzar sus
propósitos maquiavélicos? ¿Ignoran que, de
continuar en esa inactividad y en esta apatía,
se exponen a que los sufridos obreros se
rebelen? Hay que ser prácticos, hay que hacerse
cargo de las condiciones en que viven los
trabajadores y dejen, los concejales, su
oratoria para otras ocasiones, puesto que no es
la hora oportuna. Tengan iniciativas, emprendan
enérgica campaña y corten por lo sano.
El azúcar, por ejemplo, se paga a 115 pesetas
los 100 kilos y en Francia, que hace cerca de 17
meses que sufre los rigores de esa sangrienta y
funesta guerra, pagan por
El Sr. Urzais, ministro de Hacienda dice que, “porque
los consumidores no han exteriorizado sus
quejas”, no ha tomados medidas encaminadas a
bajar su precio y que “cuando todos los
ciudadanos acudan a él, pidiéndole la baja del
azúcar, entonces tomará medidas.” De modo
que es preciso pedírselo. ¿Acaso es necesario
pedir el abaratamiento de cada uno de los
artículos de alimento? ¿no basta que se le pida
que las subsistencias están demasiado caras u
que hay que rebajar su precio? ¿acaso no ha
pedido el Partido Socialista y la Unión General
de Trabajadores esta rebaja?
Sus razones no nos convencen: hay que rebajar
los alimentos, no uno sólo, sino todos, porque
esto es lo lógico, porque es de justicia.
Todos, pues, han de arreglar el asunto este, han
de evitar que los acaparadores llenen sus
almacenes, privando a la circulación una
considerable cantidad de artículos alimenticios
y que realicen este exorbitante beneficio que
realizan. Las leyes prohíben el acaparamiento,
pero éste subsiste, a pesar de los artículos del
Código Penal.
¿Seremos atendidos ….? De todos modos nosotros
insistiremos en este asunto y no cejaremos en
nuestra lucha, A los gobernantes, pues, les toca
llevar a la práctica este abaratamiento. Veremos
si sabrán realizarlo.
Núm. 730, 29 de enero de 1916
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