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LAS PASADAS ELECCIONES

 

Como ya teníamos descontado, fueron en Mallorca una asquerosidad. La gente de ORDEN se repartió sin escrúpulo alguno el censo electoral, quedándose los conservadores con la parte del león y los liberales, (pese al mote) dándose por muy bien pagados con un solo puesto de los cinco disponibles, con todo y tener que pasar por el bochorno de que su candidato figurara con muchísimos menos votos, (en el escrutinio oficial) que cualquiera de las nulidades encasilladas al lado de Maura en la candidatura conservadora.

 

Eso nos obstante, los elegidos ostentarán la representación de la isla, y hasta es probable que se enorgullezcan de tan legítima investidura. Están en su derecho, porque, como dice el refrán, a tal palo tal astilla; pueblo que, como el mallorquín, abandona el ejercicio de sus derechos de ciudadano y se presta, cual masa inerte, a ser traído y llevado por una cáfila de desaprensivos electoreros a donde quiera que a esos conviene, ora sirviéndoles de despreciable comparsería, ora no dando ni señales de vida siquiera, porque no ha recibido el consabido ordeno y mando que casos tales suele oír de boca de aquellos cuando la lucha se presenta empeñada entre los candidatos burgueses; no merece mayores respetos que digamos.

 

Doloroso no es consignarlo, pero es la verdad. Los continuados esfuerzos que el Partidos Socialista mallorquín y EL OBRERO BALEAR han venido dedicando siempre para apartar a la clase obrera de tan suicida senda, no han sido apreciados cual se merecen por los trabajadores de Mallorca. En las últimas elecciones, salvo escasísimo número, sólo los afiliados oficialmente a nuestro partido y con derecho electoral, acudieron a las urnas; 220 votos, (nos consta de modo cierto) se depositaron en ellas. Escasa es la cantidad, pero podemos afirmar llenos de satisfacción, que fueron conscientes y sinceras.

 

Los simpatizantes; los muchísimos trabajadores que se dicen socialistas sin estar inscritos en las listas del Partido, pero que no obstante se dan por ofendidos si se pone en tela de juicio sus afirmaciones; los que en los mitines que las Agrupaciones socialistas organizan asienten a lo que en ellos se expone y reconocen como verdadero aquello que se les aconseja deben hacer para trabajar por su propia causa; en fin, todos aquellos de quines cabía esperar que esta vez sacudieran su pereza y darían fe de su cualidad de rebeldes, acudiendo a los comicios en son de protesta contra la burda comedia electoral que se iba a representar; todos, todos se dejaron arrastrar por la indolencia y pasividad que a tantos enervan las energías y dejaron otra vez de cumplir con su deber.

 

Razón sobrada tuvo el compañero Marí al fustigarlos duramente en el mitín del 1º de Mayo

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 335, 4 de mayo de 1907

 

fideus/