Las naciones más poderosas están en guerra. Los
esfuerzos del proletariado consciente para
evitar tan espantable hecatombe, han sido
impotentes. Y millares, millones de víctimas han
llevado el llanto y la desolación a otros tantos
hogares. La carnicería sigue feroz su obra
destructora … Nosotros, los socialistas, todos
los obreros conscientes levantamos nuestra voz
enérgica y viril para condenar esta monstruosa
guerra … Todas las guerras, todas; sin que
ninguna de esas criminales contiendas escape a
nuestro vituperio, a nuestra reprobación. Estas
son las primeras palabras que salen de nuestros
labios el
1º de Mayo de 1915.
De Paz y Trabajo es símbolo el
1º de Mayo, luego nuestra más enérgica
condenación contra las guerras, contra este
régimen burgués, criminal y corruptos causa y
origen de tan tremendos males como afligen a la
doliente Humanidad.
Y como en día tan excelso no cabe nada pequeño,
nada ruin el noble sentimiento de fraternidad es
cuando tiene su más adecuada expresión. Y en
nombre de esa fraternidad, un cariñoso, un
efusivo saludo: primero, a todos nuestros
camaradas a todos los trabajadores que, forzados
por el actual régimen, se han visto obligados a
empuñar las armas para asesinarse en Bélgica,
Francia, Austria-Hungría, etc y en segundo
lugar, a todos los trabajadores que han tenido
la dicha de estar, sus respectivos países,
alejados del presente conflicto.
Y esperamos que la solidaridad de intereses que
hay entre la clase obrera de todos los países se
impondrá a los rencores suscitados entre
nosotros por la burguesía y dará un florecer en
un
1º de Mayo: la Fraternidad, el Amor habrán
triunfado.
¡1º de Mayo que nos prometes tan óptimos frutos,
te saludamos!
oooooOooooo
El proletariado consciente aprovecha la
grandiosa manifestación del
1º de Mayo, para presentar a los poderes
públicos sus reivindicaciones de carácter
inmediato, y el proletariado mallorquín
solidarizándose en dicho día con sus hermanos de
otras regiones, formula las mismas conclusiones
de carácter general.
Siendo todas ellas de gran interés para la clase
obrera, hay dos que son esencialmente urgentes,
indispensables, por tanto, de que el Gobierno
les preste especial atención, tomando prontas y
radicales medidas para poner eficaz remedio al
mal, estas conclusiones son las que se refieren
a la crisis de trabajo y al encarecimiento de
las subsistencias.
Acuda diligente el Gobierno, pues, remediar
estos dos graves males que con ello, esté seguro
que prestará un gran servicio al actual régimen
de que es servidor. Pero si no atiende
urgentemente a tan justas peticiones, será el
responsable de los sucesos que puedan ocurrir y,
por consiguiente, de los trastornos que puedan
sobrevenir.
En un país como es España, en que los salarios
son tan bajos, por pequeña que sea la alteración
que sufran los precios, encareciéndose en los
artículos de primera necesidad, obliga a la
clase obrera a privaciones y cuando el
encarecimiento es tan fabuloso como el actual,
agravado por la tremenda crisis de trabajo que
sufrimos, no hay que decir las privaciones sin
cuento a que está sometido el obrero, más aún:
el hambre que sufre.
Así que en el
1º de Mayo de 1915, además de nuestras
acostumbradas peticiones añadimos estas de
carácter urgente, ya que las circunstancias lo
demandan imperiosamente.
Si todos los obreros acuden al llamamiento, si
sumamos todos nuestras voluntades, el Gobierno
se verá obligado a atender no dos, sino todas
nuestras peticiones.
¡Trabajadores! Glorifiquemos este magno día!
‘Digamos todos viva el
1º de Mayo!
CONCLUSIONES
Jornada de ocho horas, como punto principal de
la legislación protectora del trabajo.
Apertura de trabajos en la proporción necesaria
para dar ocupación a los obreros parados.
Acción eficaz contra los acaparadores para
obtener el abaratamiento de las subsistencias.
Terminación de la guerra de Marruecos. En tanto
dure, que vayan a ella los hijos de los ricos,
como van los hijos de los pobres.
Derogación de la bochornosa ley de
Jurisdicciones.
Extensión de los beneficios de la ley de
accidentes de trabajo a los obreros agrícolas.
Extensión también de los beneficios de dicha ley
a los camareros, cocineros y similares.
Reducción de la jornada de trabajo a los obreros
de la dependencia mercantil.
Supresión del trabajo nocturno en el ramo de la
panadería.
Convertir en ley el real decreto de 24 de agosto
de 1913 relativo al trabajo de la industria
textil.
Dar a los trabajadores de las minas el Código
insistentemente solicitado por ellos.
Amnistía para todos los condenados o procesados
por delitos políticos y sociales.
AL MUNICIPIO DE PALMA
Que en el Municipio establezca el salario mínimo
de 2’50 pts para todos sus obreros. Que en las
subastas se incluya una cláusula en que obligue
a respetar dicho slario mínimo a los
contratistas.
Núm. 691, 1 de mayo de 1915 |