Ante las próximas elecciones

Memoria Civil, núm. 7, Baleares, 16 febrero 1986

República 25 de diciembre de 1935

Ante las próximas elecciones

Hay que tomar posiciones. Nuestros enemigos que son los de la República, las toman ya. Por lo que respecta al aspecto nacional, veamos lo que sintetiza admirablemente Política:

"Ya no ha equívoco posible. Impulsado por el despecho, el vaticanismo, que manejaba alternativamente dos lemas, opta por el que mejor cuadra con su temperamento: Otra Constitución, otro Estado y otra sociedad. El partido que impuso su hegemonía al bloque y el jefecillo que exigía todo el Poder para él, aceptan con sumisión de reclutas, el despótico santo y seña de los alfonsinos. Fascismo sin rebozo. Si ellos triunfan en las próximas elecciones. España sufriría la suerte de Austria. Régimen totalitario. El Poder absoluto para las derechas; la ilegalización forzada, el campo de concentración, la cárcel y el patíbulo para todos los demás españoles. Calvo Sotelo, menos cauto, ha dicho lo que los ignacianos no permiten decir ni a Gil Robles ni siquiera a los japistas fascistizantes.

Ese es el enemigo, al que hay que hacer morder el polvo en la cercana contienda electoral. La CEDA forma en ese campo. Quizá -el vaticanismo no se entrega nunca del todo- procure ampararse aún en pueriles anfibologías. Probablemente, sus capitostes no atacarán a la República expresamente, sino a determinados poderes, con la esperanza, si son derrotados -como lo serán-, de ponerse de nuevo la máscara legalista y conformista".

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Por lo que respecta a Mallorca ... Los periódicos de Madrid, han publicado las siguientes declaraciones del indiscutible lider de las derechas mallorquinas D. Juan March.

"Unos informadores preguntaron ayer tarde en el Congreso, al Sr, March:

-¿Quién es el gobernador de Baleares?

- Un amigo mio, se apresuró a contestar muy ufano el Sr. March.

- Pero a cambio de eso le pedirá a usted algo el Gobierno.

- Todo, replicó don Juan

Después deijo el Sr. March que tenía el firme propósito de sacar él los siete diputados que eligen las Baleares, y que habrá que tener para ello mucho cuidado con el fin de que los siete diputados sean de centro derecha y no salga ninguno de izquierda.

El Sr. March, imprudente y osado, ha revelado las verdaderas intenciones de este Gobierno en cuanto a la supuesta imparcialidad en las venideras contiendas electorales.

Todos los mallorquines sabemos lo que significa ser amigo de March, Este calificativo nos traza perfectamente el perfil moral del nuevo poncio, No es raro pues que el Sr. March, recalcitrante e incorregible, se lance a los más halagüeños optimismos y se las ofrezca muy  felices con un soñado copo ... que si acaso será de nieve pues hay frescura para congelar hasta el Vesubio.

Las izquierdas harán ver al mentor de la grey cedista-clerical y a la camarilla de apostatas que le jalean, lo que ha cambiado el pueblo mallorquín después de dos años de gobierno de las derechas. Contamos de antemano con la contra de los medios y recursos que suelen emplear los electoreros, hábiles en corromper la voluntad ciudadana. Pero estamos seguros que la reacción ciudadana sabrá dar el más rotundo mentis a las promesas del Sr. March al Gobierno de Melquíades y Cambó.

La historia se repite. Recordemos la promesa que hizo el Sr. March al gobierno Berenguer en las postrimerías de la monarquía agonizante. Poco después el régimen se derrumbaba y el pueblo generoso, se limitaba a entregarse al júbilo y a las fiestas, olvidándose de las reprobables maniobras de los caciques y explotadores, creyendo que también caía su poderío para no levantarse más. !Cuánta ingenuidad¡ La triste realidad de hoy, nos confirma lo contrario. El poder en manos de March y éste ofreciendo siete diputados al Gobierno, Nosotros, seguros que estamos de nuevo en vísperas de rescatar la República y que todas las artes desplegadas por el Gobierno no son sino débiles vallas opuestas a la formidable revancha popular. Si el Sr. March pretende burlar la legítima representación de las izquierdas, serán inútiles sus esfuerzos, y sus hechos, serán antecedente básico para la conducta que haya de seguir el pueblo.

República, 25 - diciembre - 1935