MANACOR / 1 de Mayo de 1906

 

La fiesta del trabajo ha sido este año festejada con toda solemnidad pudiendo ya ser contado como verdaderamente festivo aquel día señalado por el Socialismo para que hiciera pública profesión de fe de sus ideales, echase en cara lo absurdo de las doctrinas del privilegio de los unos sobre los otros y reclamarse de los poderes públicos mejoras a favor de la clase obrera. El obrero manacorense ha sabido este año cumplir con su deber. El 1º de Mayo, debido a la Agrupación Socialista y Sociedades Obreras, cobijadas en la Calles Amistad ha revestido las galas de verdadera fiesta.

 

A las 5 de la mañana la banda que dirige el reputado maestro D. Luis Rosselló partió del Centro Obrero tocando diana y recorriendo las calles de la población saludando a los mártires del trabajo, pasando a festejar después aquellas fábricas y talleres cuyos patronos habían ordenado el cierre y paro del trabajo, y personándose después a la Casa Consistorial, el Alcalde dejó holgar ese día a oficiales y agentes del ayuntamiento, y cuya conducta no pudo ser más correcta para con los obreros, se dirigió al hospicio a saludar a los que rendidos por el yugo del trabajo hallaron por única recompensa la estancia en aquel asilo y a quienes las Sociedades Obreras obsequiaron con un modesto desayuno. Regresó por fin al local de las sociedades terminando el primer número de la fiesta con el estreno del himno socialista ¡Alégrate alma mia! Que con toda maestría supo dicha banda interpretar. Acto seguido dirigió la palabra el compañero Soler concejal socialista, dando las gracias al maestro y músicos por haberse asociado a la fiesta del trabajo. A vosotros cabrá siempre la satisfacción de habernos dejado oír por vez primera un himno nuestro. Tomó la palabra el maestro de aquel centro docente diciendo que su ánimo era de no hablar en aquel momento pero al despertar a los acordes de nuestra música en los umbrales del Hospicio me han conmovido tanto, que no puedo permanecer callado. Pareciome, que al oir la diana era el toque de la futura emancipación que ha de arrancar de aquellas vergonzosas mazmorras a los héroes del trabajo. Fijo que la música es una de las bellas artes que rige a capricho de la voluntad del hombre; pero que discreta en su obrar se amolda siempre a las circunstancias y a la necesidad. Ella con su armonía conmueve y amansa a las fieras, enciende el valor al caballo en los campos de batalla.

 

 EL OBRERO BALEAR nº 284

5 de mayo  de 1905