Una entrevista con el P. Vives

 El martes de esta semana, o sea el día 2 del corriente, a las 9 y media de la mañana abandoné el trabajo con el propósito de ir a ver a mi abogado D. Fernando Pou y hablarle de una cuestión relacionada con mis procesos. Al hallarme en la Plaza del Temple (yo trabajo en la calle del mismo nombre) divisé a mi querido defensor que venía en dirección mía acompañado de dos sacerdotes: el P. Guimerá y el P. D. Guillermo Vives, Director del Patronato Obrero. Con un ademán que hizo el Sr. Pou comprendí que venían en busca mía y efectivamente, así fue. Al encontrarnos frente a frente todos nos saludamos con amabilidad y el Sr. Pou me dijo que venían a buscarme porque sus acompañantes deseaban hablarnos de cierto asunto, a lo que contesté que estaba a su disposición. Entonces el Sr. Pou indicó la conveniencia de que fuéramos a su domicilio y con este propósito nos encaminábamos por la calle de Lulio cuando, al hallarnos frente al local del Patronato Obrero el P. Vives nos invitó a que entráramos allí y tendríamos la entrevista, a lo que no pusimos reparo alguno.

 

Una vez en el interior de dicho local Sr. Vives nos hizo entrar en una pequeña dependencia y después de ofrecernos una silla nos sentamos y hablamos.

 

De la conversación que allí dentro tuvimos son fiel reflejo las siguientes cartas que el Sr. Pou y yo enviamos al “Correo de Mallorca” y que fueron publicadas en el número correspondiente al jueves de esta semana.

 

Sr. Director de “Correo de Mallorca

 

Muy señor mío y amigo: En el número de su periódico, correspondiente al día de hoy, acabo de leer, bajo el epígrafe “Suposiciones falsas”, una información de la entrevista que esta mañana he tenido con el Rdo. P. Vives, y como de lo que se expone en el segundo párrafo de dicha información, parece desprenderse que yo, en mis defensas de Bisbal en la Audiencia, aludí al padre Vives y vertí conceptos que ahora he rectificado, me veo en el caso de manifestarle que como entonces no aludí para nada a dicho señor, nada he tenido que rectificar, sino que me afirmo y ratifico en cuanto dije en mis informes. Le ruego la publicación de esta carta en su periódico.

 

Dispense la molestia y mande a s.s. q.s.b.e.

 

Fernando Pou

 

Palma 2 de Mayo de 1917

 

P.D. Al contenido de la anterior carta ha prestado su conformidad el Reverendo P. Vives-Vale-Pou

 

Sr. Director de “Correo de Mallorca

 

Muy Sr. mío: Le agradeceré se sirva insertar en su diario la siguiente aclaración al suelto que en el número de ayer y con el título “Suposiciones falsas” publicó dicho su periódico, por lo que le doy gracias anticipadas y me ofrezco de V. atento q.b.s.m.

 

Palma, 3 de mayo de 1917

 

En el último párrafo del suelto mencionado se dice que tanto el señor Pou como el que suscribe “reconocimos que carecían en absoluto de fundamento cuanto se dijo en las hojas publicadas y en las vistas de las causas sobre el asunto Estrany, como también lo que se dijo en el mitin de 1º de Mayo, respecto a la supuesta intervención del P. Vives en la instrucción de las expresadas causas”; añadiendo que “así se hará constar en EL OBRERO BALEAR.

 

Lo cierto sobre este particular es que el mencionado P. Vives se quejó de lo que contra él se dijo en dicho mitin y de los mueras y gritos que algunos obreros dieron al pasar la manifestación del 1º de Mayo por frente al Patronato Obrero, lamentándose de que la clase obrera creyera a él con participación en las causas contra mi seguidas, pues –añadió- esas imputaciones que se me atribuyen son falsas y la prueba está en que hace próximamente un año que no he tenido ocasión de hablar con el señor Estrany, quien, dijo, como patrono que no es socio ni ha venido nunca por el Patronato, aunque es protector suyo.

 

Ante tales manifestaciones del señor Vives yo me adelanté diciéndole que las haría publicas en EL OBRERO BALEAR, como así pienso hacerlo, lo cual no es lo mismo que reconocer que careciera en absoluto de fundamento lo que se dijo en el mentado mitin, pues yo no sé exactamente que elementos de prueba puedan tener los que tal cosa afirmaron. Lo único que yo puedo decir es que en nada menté al señor Vives en el expresado mitin y que, ni en hojas ni en parte alguna precisamente por no poseer pruebas, he imputado a dicho señor los hechos de que se lamenta, si bien, y así lo manifesté al mismo P. Vives en la entrevista que tuvimos, de la lectura del último número del “Seglar Católico”, que él patrocina, se desprende un espíritu de alegría al comentar las sentencias sobre mi recaídas.

 

Y como pienso tratar con más detalle y siempre con amplio criterio de justicia el resultado de dicha entrevista en EL OBRERO BALEAR, no pienso, señor Director, molestarle más.

 

Lorenzo Bisbal

 

Después que hubimos terminado la entrevista y cuando nos disponíamos a abandonar el local del Patronato Obrero, el Padre Vives nos invitó a recorrer algunas dependencias, entre ellas los comedores y lugares donde está instalada la Cocina Económica, como también el patio, donde había unos centenares de niños, a quienes se les enseñaba la instrucción militar.

 

De las impresiones que esta visita inesperada en el Patronato me produjo pienso hablar un día, no se cuando, y bajo el punto de vista de mis ideas lo comentaré todo con lealtad.

 

He transcrito todos estos detalles precisamente porque he sabido que algunos obreros, que están más celosos de mi conducta que de la suya les ha sabido mal que yo fuera por la calle con el P. Vives y que entrara en el Patronato católico, pues estos puritanos obreros en mi lugar seguramente habrían preferido hacer el papel de huraños que el de personas educadas. Y yo digo: Si el P. Vives no tiene escrúpulo de ir por la calle con un socialista ¿lo ha de tener un socialista de ir con él? ¿Es que acaso el ser enemigos en ideas excluye el mutuo respeto personal? ¿Es que los que me censuran por esto tienen tan poca confianza en sus convicciones que ya juzgan las mías quegrantandas por haber ido con un cura?

 

¡No compañeros! Los curas son hombres como los demás y lo mismo me daría hablar y pasear con ellos que con los demás hombres, pues ni les temo ni me deshonran.

 

El Socialismo no lucha contra las personas, y si creyera que para ser socialista era condición necesaria ser huraño y no tener educación, desde este momento dejaba de serlo.

 

Elevad, obreros, vuestro nivel moral y veréis como las ideas de los hombres, por radicales que sean, no están reñidas con la urbanidad.

 

Estad seguros que el P. Vives no me quitó nada no yo le quité nada a él. Soy lo que era antes por más que alguien tenga empeño en que no.

 

Lorenzo Bisbal

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 795, 5 de mayo de 1917

El judici de can Estrany