El homenaje a Cabotà

 

Conforme estaba anunciado y a pesar de la persistente lluvia que caía muy antes de organizar la manifestación de homenaje a nuestro muy estimado compañero Miguel Cabotà, muerto a consecuencia de las heridas sufridas en los sucesos del 18 de febrero, se celebró el acto, al que se le puede titular de grandioso y que seguramente perdurará en la memoria de la clase obrera palmesana.

 

En la Avenida de Alejandro Rosselló se acumuló un gentío enorme y a la hora anunciada partió la carroza, sobre la cual iba colocada una corona monumental de hermosas flores naturales y de la que se desprendían lazos sostenidos por asociados con la dedicatoria “a Cabotà” de la siguientes sociedades obreras:

 

Zapateros, La Naval, Carpinteros, La Marítima, Unión Estérica, La Metalúrgica, Unión de Curtidores, Centro Republicano del 5º Distrito, Federación Obrera, Centro Republicano Federal, Panaderos, Tipógrafos y similares, Agrupación Socialista, Juventud Socialista, Aserradores, Orfeón Republicano y Pintores.

 

Todos los manifestantes llevaban ramilletes de flores que eran repartidos por una nutrida comisión de la Sucursal de Albañiles de Son Sardina, los cuales dedicaron al muerto un hermoso lazo del que se leían alusiones a Cabotà.

 

Presidían la manifestación nuestro compañero Lorenzo Bisbal, D. Fernando Pou, D. Antonio Coll, D. Francisco Villalonga , el padre y hermano del finado y los presidentes del Centro y Sociedades Obreras.

 

Con un silencio sepulcral seguían los manifestantes su marcha, a pesar del enorme remojón que muchos llevaban; todas las calles estaban atestadas de gente y en su semblante se veía reflejar la indignación hacia los causantes del suceso y la tristeza hacia el desgraciado compañero Cabotà.

 

A la llegada al Cementerio y sobre la tumba donde yacen los restos del infortunado, dirigieron la palabra al público don Francisco Villalonga y Lorenzo Bisbal, dedicando palabras de recuerdo al mártir Cabotà.

 

Bisbal dio lectura a las siguientes poesías escritas por un compañero del desdichado muerto.

 

¡A tu memoria, Cabotà!

 

Desgraciado caíste, grave herido

de dos balas sobre el cuerpo. Ensangrentado

exhalaste de dolor un mal gemido

que brotó fuertemente inesperado.

 

Fue tan grande el dolor de tu agonía

Desesperada, de gran llanto y de amargura

¡que hasta el mismo pesar del alma mía

me envolvía en tu propia desventura!

 

En el triste pesar que siente Palma

Dentro el luto de tu infausta muerte

Siente desgarrarse, horrible, el alma,

cual si fueran mordiscos de serpiente.

 

La desgracia fue en Palma tan sentida

que a los sueños de hermosa juventud,

desgarraste para siempre de la vida

los deleites de tu amistad y e tu virtud.

 

¡Es tan triste morir cuando la gloria

nos convida a los placeres y a la dicha,

que al borrarse la vida de la historia

amargados nos sentimos de desdicha!

 

¡Hay dolor! ¡hay dolor! Cuando contaban

la noticia de tu muerte ¡fue fatal!

Parecía que en la mente me clavaban

Los “tres clavos” o la punta de un puñal.

 

Todo el pueblo acongojado preguntaba

¿A dónde está el cadáver? y en manifestación

por las calles principales transitaba

significando los pesares de la acción.

 

¡Oh, amigo e inolvidable Cabotà!

Si de ésta Tuma alzaras la cabeza

verías reunido al pueblo que aquí está

rindiéndote honor, gloria y grandeza.

 

Y sobre el mármol de ésta tumba fría

como recuerdo eterno y de amarga hiel

esculpirá en le tras de oro un día:

-         Aquí hay un mártir que descansa … ¡Gloria a él!

 

Mateo Zanoguera Canet

Palma 10 de marzo de 1918

 

En el mismo momento todo el público que era numerosísimo colocó flores sobre las lozas que tapan el cuerpo de nuestro inolvidable compañero Miguel Cabotá, disolviéndose la manifestación en medio de la mayor seriedad y tristeza.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 840, 15 de marzo de 1918

LA MORT DE MIQUEL CABOTÀ

CRISIS DE SUBSISTÈNCIES