Mitin pro – amnistía

 El domingo, día 13, se celebró en el espacioso Teatro Balear el anunciado mitin para pedir la libertad de los condenados por causas político-sociales, en el que tomó parte el valiente luchador y diputado republicano don Marcelino Domingo.

 

El acto fue un brillante éxitazo, pues el local estaba atestado de gente de todas las clases sociales y además muchas comisiones de varios pueblos de los partidos de la izquierda, para adherirse al acto y llevar el saludo en nombre de sus partidos al bravo republicano.

 

Al penetrar en el escenario don Marcelino Domingo con los oradores fueron saludados por el público con una atronadora salva de aplausos y vivas.

 

Ocupó la presidencia Lorenzo Bisbal, quien, en nombre de la clase obrera, de Palma y de los partidos de la izquierda, saludo y dio la bienvenida a Marcelino Domingo.

 

Concedió la palabra a don Alejandro Jaume quien en nombre de Mallorca dirigió un caluroso saludo a Marcelino Domingo y envió un recuerdo a los nobles camaradas que formaban el Comité de Huelga, que para vergüenza de España siguen aún en el Penal de Cartagena.

 

Recordó las brillantes campañas que hizo Marcelino Domingo contra la guerra de Marruecos, que allí no ha podido verse la civilización, sino muchas recompensas y terminó su elocuente discurso en medio de vivas y aplausos.

 

Habló don Jerónimo Pou, quien en nombre de los reformistas saludó a Marcelino Domingo.

 

Extendiose en un brillante discurso sobre la amnistía y la reposición de los ferroviarios despedidos y fue acogido entre calurosos aplausos.

 

D. Francisco Villalonga, en nombre del partido republicano saludó a Marcelino Domingo y censuró al Gobierno por no haber aún concedido la libertad al Comité de Huelga.

 

Nuestro ilustre paisano y Catedrático don Gabriel Alomar leyó unas cuartillas haciendo la presentación de Marcelino Domingo, y en párrafos llenos de  encanto y poesía ensalzó su gran obra revolucionaria y reivindicadora, siendo saludado con vivas y una estruendosa ovación.

 

D. Marcelino Domingo, al levantarse fue acogido por la muchedumbre con un frenético aplauso. Todo el público se puso de pie para saludarle.

 

Dijo que después de disueltas las Cortes, era éste el primer acto que celebran las izquierdas, siendo para él orgullo el que sea aquí en Mallorca.

 

El Parlamento ha estado cerrado durante un año, cuando los difíciles problemas de nuestra patria reclamaban más su apertura y cuando en todas las otras naciones legislaban y cuando la opinión toda lo reclamaba.

 

Esto es porque no tenía autoridad ni poder para resolver estos problemas; esto no sólo lo hemos dicho nosotros, sino que lo han dicho también los que están en contacto con el régimen.

 

Ahora debemos preguntar a los ciudadanos si en las próximas elecciones votarán a los mismos hombres que componían dicho Parlamento.

 

Explicó en su elocuente discurso el deber de los hombres de la izquierda que deben hablar con claridad, tal como sienten, no engañando al pueblo, para que el nuevo Parlamento lleve la República a España.

 

Hizo historia de lo que pasa en España con la obra económica, social y cultural, al lado de los demás países.

 

En las naciones en guerra el obrero está descargado de gabelas y tributan los que reciben los beneficios de la misma. En España todo lo contrario, paga el pobre y el rico no.

 

Tenemos en nuestro país el 60 por ciento de tierras yermas y el trabajador se muere de hambre y tiene que emigrar.

 

Sobre la obra social, ni antes ni después de la guerra hemos visto brillar ninguna ley de atención al obrero; aquí el que ha dado su vida por el trabajo, tiene que morir en un hospital y cuando tratan de pedir al Gobierno que les proteja se les contesta lanzando las tropas a la calle.

 

Habló extensamente sobre la enseñanza, ella debe ser obligatoria; pero para ello debe mejorarse la vida de los obreros como en las otras naciones y no tendremos la vergonzosa cifra del 67 por ciento de analfabetos.

 

De modo que en España, reformas económicas, ninguna, leyes de asistencia social, ninguna, leyes para la enseñanza, ninguna.

 

Pedimos la amnistía, la reposición de los ferroviarios y la derogación de la Ley de Jurisdicciones.

 

Dijo que la amnistía es necesaria; pues mientras haya sedicioso en la calle no puede haber hombres honrados que estén en presidio.

 

Atacó duramente a los dos ministros catalanes que hay en el Gobierno, que en otras ocasiones han hecho campañas contra la Ley de Jurisdicciones y ahora tienen que ver como un Ministro civil dice que esta ley no será solo lo que ha sido hasta ahora, sino que se extenderá hasta límites desconocidos.

 

Hizo un llamamiento a los indiferentes, los cuales deben también sentir la responsabilidad del gobierno del país.

 

Nosotros vamos a la revolución en el Parlamento y si allí no es posible en la calle, con más ardor y con más fe que en la semana de agosto.

 

Muchas veces fue interrumpido con aplausos y vivas al Comité de Huelga y al final la estruendosa ovación duró largo rato.

 

Cerró el mitin el compañero Bisbal y dio las gracias a los empresarios y propietarios del Balear por la concesión del Teatro para celebrar el mitin, y terminó diciendo que las izquierdas, con aquel acto habían devuelto la bofetada que al ser detenido el señor Domingo recibiera.

 

Al Gran Hotel

 

Un numeroso gentío acompañó a Marcelino Domingo al Grand Hotel, quien desde un balcón dirigió la palabra a la muchedumbre; les dio las gracias y les rogó se disolvieran.

 

Despedida

 

Por la noche a bordo del vapor rápido embarcó el señor Domingo acompañado del redactor de “La Lucha” señor Aguirre.

 

Muchos correligionarios y numeroso gentío fueron al muelle, en donde le tributaron una entusiasta despedida.

 

El mitin del domingo fue el más concurrido de cuantos hemos visto en Palma, pues llegarían a unos 6.000 los ciudadanos que se congregaron en el Teatro Balear.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 832, 18 de enero de 1918

 

CRISIS DE SUBSISTÈNCIES