Llorenç Bisbal Barceló                                         |    |    TEMA:  SOCIALISME |
 

EL VERGA Y LA CASA DEL PUEBLO

 Al amigo y maestro Juan Monserrat Parets

Te llamo maestro, no solamente porque te hayas hecho acreedor de ello por la lección oportuna y merecida que has sabido darme, y que yo agradezco, en la carta abierta que me dirigiste en el número pasado y que, por cierto, ha hecho el efecto de una cantárida a a los detractores de la Casa del Pueblo y del “Verga”, sino porque, además, hay tanto que aprender en ti, que en las aulas de tu cátedra mental podrían tomar lección no ya obreros incultos como yo, sino muchos sénecas con títulos académicos que, cuando se les aprieta un poco, ni siquiera leer saben, sobretodo cuando han de leer en el vasto libro de la moral y de las concepciones obreras.

Y perdona si al rendirte este pequeño tributo de justicia y de admiración personal he podido, sin querer, ofender tu modestia.

Me dices en tu carta, y me pides que lo rectifique, que hice muy mal al decir en el Ayuntamiento que si me constara que don Juan March era un contrabandista de subsistencias no volvería a poner los pies en la Casa del Pueblo que dicho señor ha regalado a los obreros.  A este juicio tuyo acompañas tantísimas razones, aduces tantos y tan incontrovertibles argumentos, expones hechos de tanto peso, planteas la cuestión con tanta claridad y contundencia que no solo me has convencido de mi error y lo rectifico, sino que, echándole los calzones encima a la opinión, como tu dices, se me llame o no vendido al “Verga” y haciéndome tres pitos de la impopularidad que mis palabras puedan acarrearme, declaro sin ambages que seria una tontería grande y una ingratitud inmerecida a D. Juan March si la clase obrera, aunque le constara que este es contrabandista y acaparador de subsistencias (acusación que se le hace y que nadie ha podido concretar a pesar de haber ofrecido públicamente 100.000 pesetas a quien se lo probara) le rechazara la Casa del Pueblo que él ha donado.

Porque lo que tu dices, amigo Monserrat, en tu magistral carta, no tiene vuelta de hoja: Todos los capitalistas, en una y otro forma, son contrabandistas y defraudadores, todos roban lo que pueden al público y al obrero; porque el capital no es más que eso; un robo, una acumulación de trabajo no pagado. La clase obrera debe, pues, conservar y tener muy celosa la Casa del Pueblo y desde ella combatir por igual a todos sus enemigos sociales, que lo son todos los explotadores, todos los capitalistas, todos los Vergas habidos y por haber. Porque la batalla social es ésta; lucha de clases, lucha entre capital y trabajo, lucha entre explotadores y explotados. Desglosar a D. Juan March de esta lucha, separarlo de las acometidas obreras por razones de agradecimiento ante un donativo de 100.000 pesetas, equivaldría a estar vendidos a él por esa cantidad, a tenerle hipotecada nuestra independencia y nuestra libertad de acción. Pero si no es lógico ni digno que en nuestras luchas contra la burguesía desglosemos a March para liberarle de nuestros embates en pago del donativo que ha hecho, tampoco seria digno ni justo que hiciéramos el desglose par combatirle aisladamente, como caso especial, que es lo que pretebdeb sus detractores.

A March como capitalista hay que combatirle como a todos los capitalistas, pero sin perder de vista la siguiente: Que a March se le combate porque nos ha dado la Casa del Pueblo y a la clase obrera se le llama vendida a March porque se la ha aceptado. Las campañas contra March van, pues, al mismo tiempo que contra él contra la Casa del Pueblo, contra la organización obrera. Y planteada la lucha en estos términos por los reaccionarios y por la misma burguesía hay que aceptar la batalla no como dirigida a March , sino dirigida contra la organización de los trabajadores.

A March se le ha tomado como cabeza de turco de todo, erigiéndole en Dios de todos los males que ocurren en Mallorca. Pero los obreros podemos decir muy alto y fuerte que de entre todos los dioses mallorquines del bien ninguno ha venido en nuestro auxilio colectivo, ninguno ha hecho el milagro  de regalarnos 100.000 pesetas para una casa social. ¡Solo el Dios “Verga” ha tenido esa ocurrencia! Si en vez de esto se le ocurre hacerse socio del Fomento del Civismo y proteger a “La Vanguardia Balear”, me temo que el abogado asalaridado de los caseros los caseros lo fuese hoy voluntario y gratuito del “Verga”, pesentándolo como un cívico consumado y un ciudadano modelo. No sería el primer caso.

Pero tu crees posible, amigo Monserrat, que un Dios como “Verga”, que personifica toda la maldad y todos los negocios que se hacen en Mallorca le visiten, le adoren y le mendiguen prebendas y dinero los católicos, apostólicos y romanos? Pues pasmate y escucha. “Verga” es socio protector del Círculo de Obreros Católicos, a “Verga” se le pidió protección para el Patronato Obrero y dio 1.0000 pesetas, otras 1.000 a la Iglesia de Montesión, otras 1.000 a la de San Magín, otras 1.000 a la de la Bonanova, otras 1.000 a la de Capdepera, otras 1.000 para el centenario de la Merced, 500 para la iglesia de los Hostalets, otras 500 a la de San Miguel y una infinidad de donativos más a los conventos de monjas  y frailes. ¿Estarán vendidos a “Verga”? También estas cristianas gentes? ¿Lo estarán el barón de Pinopar que se dejó pagar los gastos de su elección por el contrabandista “Verga” y sin temor a manchar su sangre aristocrática recorría el distrito dentro su automovil? Yo no lo sé.

Lo que si se es que D. Juan March dio la Casa del Pueblo a los obreros organizados sin condición ni compromiso alguno y sin que nadie le hubiera implorado nada; lo que si se es que en cerca de un año que paga el alquiler de la casa todavía no ha venido  verla ni nos ha pedido favor de ninguna clase; lo que si se es que desde este periódico se ha combatido a todos los acaparadores y contrabandistas: lo que si se es que a raíz del saqueo del 18 el público señalaba a Marchc como el dueño de unos cajones que se decía contenían contrabando de judías y yo pedí al Ayuntamiento que abriera una información para castigar al contrabandista D. Juan March y, no fui escuchado; lo que si se, en fin, es que ni la clase trabajadora está vendida a March ni este ha intentado nunca utilizarla como instrumento de sus negocios.

Pero se más: Se que a “Verga” le odian los mauristas porque él descuajó todo su feudo político en Mallorca; se que le odian los nobles porque sus riquezas van a parar en sus manos; se que le odian los comerciantes porque a todos les vence en el negocio; se que le odian los capitalistas porque a todos los ha nivelado; se que le odian los curas porque regalas casas del pueblo y no se rinde incondicional a la Iglesia … Y como se todo esto y se también que toda esta gente en su impotencia y cobardía se había imaginado utilizar a los trabajadores como instrumento inconsciente de sus odios y venganzas contra March, presentándolo al peublo como una divinidad inspiradora y causante de todas sus miserias, y como no han podido engañarles porque esa dividnidad malente ha resultado ser más protectora de los miserable que las demás divinidades de la buruguesía, entregándoles una especie de cuartel bolcheviki que ha de servir de templo de su organización y de arma poderosa de combate contra todos sus explotadores, como se todo esto no me extraña que en sus ataques al “Verga” destilen también su veneno contra los que en vez de prestarse a hacerles el juego estamos agradecidos a su mortal enemigo que es, hasta hoy, de entre todos los capitalistas de Mallorca el mayor protector y auxiliar de las reivindicaciones proletarias. Y si no, que venga otro capitalista más generoso y nos regale otras 100.000 pesetas.

Mientras esto no ocurra podrán pintarnos al “Verga” como un Dios todo lo malo que se quiera, pero para los obreros, para la chusma encanallada será el único capitalista que nos ha dado un cañón del 42 para combatirle a él y a todos los demás dioses del capital.

Y esto, amigo Monserrat, si no justifica que dejemos de combatir al “Verga” como capitalista es, en mi concepto, ls suficiente `para que le estemos eternamente reconocidos. Lo contrario sería hacernos indignos de la protección de nadie.

Tuyo y del Socialismo

Lorenzo Bisbal

EL OBRERO BALEAR

Palma de Mallorca, 21 de Marzo de 1919

Nº 891

Manifestació de les societats obreres al Coliseu Balear de Palma

 

SINDICALISME I MOVIMENT OBRER

 

fideus/