Francisco Ferrer Guardia

EL 13 DE OCTUBRE

  

Un año se ha cumplido que España pasó por el oprobio más humillante que concebirse pueda ante el mundo civilizado. Sin embargo, Europa entera volvió por su honra y juzgo como se merecían a los que no repararon en inferirle tal afrenta.

La pena capital aplicada al director de la Escuela Moderna, tuvo por origen el enorme delito de haber fundado en Barcelona la enseñanza verdad y librar a la juventud de los prejuicios heredados de nuestros abuelos. Pero en el proceso que se le formó, no se le juzgaba por las causas que anteceden; se le consideraba jefe de rebelón, como único medio de lograr el fin perseguido; y a ello se prestaron los sucesos ocurridos en aquella semana “trágica” que tantas víctimas y sacrificios recuerda.

La reacción, que corroe las entrañas de nuestra por ella abatida España, representada en las personalidades de Maura y Cierva, fulminó contra el hombre libre y de correcta conciencia que tuvo suficiente valor para proceder en consecuencia. De nada sirvió su inocencia; la plaga católica que asola nuestro país le consideraba un estorbo y había jurado su exterminio. Así libre de él, podrá continuar su nefasta obra.

Pero hete aquí, que el pueblo en parte está ya capacitado, y, al cumplirse el primer aniversario de tan afrentoso crimen, surge la protesta universal arrollando a los inquisidores a la vez que glorifica a la víctima.

¡Imbéciles! Creyeron que con su desaparición lograrían intimidar a los continuadores de la magna obra regeneradora, y, hoy es la fecha en que por todas partes fecunda la enseñanza racionalista, como escarnio a los propagadores del oscurantismo y degradadores de la humanidad.

Honremos hoy la memoria del que en vida fue la pesadilla constante del catolicismo fracasado y laboremos sin desmayar hasta lograr transformar la España reaccionaria, en progresiva y culta, cual anhela el pueblo libertador.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 449, 15 de octubre de 1910

 

 

fideus