¡Ha muerto! Si, el compañero
Francisco Roca, el que fue miembro de la
Primera Internacional y redactor del
semanario
La Bandera Roja, el luchador incansable,
el fundador del Socialismo Mallorquín, el
fundador de “La
Igualdad”, el que organizó la primera
Federación Local de Sociedades Obreras, el
exdirector y fundador de este semanario y actual
administrador, el ex – presidente del
Partido
Socialista, de la Federación Obrera y de
cuantos organismos gremiales ha pertenecido, el
hombre bueno por excelencia, el creador y alma
en fin, de la organización del proletariado
mallorquín, ha dejado de existir.
Cuarenta y cinco años llevaba de lucha tenaz
entre las filas de la clase obrera; su
abnegación y voluntad, su acrisolada honradez y
su altruismo le hicieron acreedor al cariño de
cuantos lo conocieron y trataron. Sus muchas
simpatías con el pueblo le llevaron dos veces al
Consistorio, desempeñando el cargo de concejal
con admirable honradez y actividad en defensa de
los intereses del pueblo.
En el transcurso de sus luchas políticas y
económicas no cosechó más que sacrificios y sin
sabores. Víctima de las persecuciones burguesas,
tuvo que sufrir varios procesos y una condena de
seis meses de arresto, sin que jamás se
entibiaran sus convicciones y entusiasmos por la
justa causa del trabajo.
Momentos son estos en que la pluma se encoje
ante la tristeza y el dolor que embarga nuestro
corazón. Era tan afable y tan querido para
nosotros el compañero Roca, que por largo tiempo
perdurará en nuestra mente su recuerdo.
Con la muerte de tan querido correligionario
pierde la clase obrera y el Socialismo, uno de
sus más consecuentes y entusiastas apóstoles. La
huella que deja será difícil de borrar, pues a
pesar de su edad avanzada y de su quebrantada
salud todavía laboraba con actividad en el
desempeño de diferentes cargos; jamás estuvo
reacio en aceptar el sacrificio por el bien
colectivo, siempre pesaron sobre él infinidad de
trabajos que voluntarioso y abnegado soportaba
con gusto. Su nombre figura en el libro
“Historia del Socialismo español” de
Francisco Mora, como uno de los primeros
campeones que tuvo la organización obrera en
España.
Mallorca obrera no podrá olvidar jamás al
abuelo,
(así le llamábamos), al patriarca de su
organización, pues por doquiera que ésta haya
brotado se debe en gran parte a la semilla que
él sembró.
¡El compañero Roca! ¡Quién no ha pronunciado
miles de veces este nombre, quién de los obreros
mallorquines no le conocía y quién no le
recordará con simpatía y cariño!
Amargo, muy amargo fue el golpe que recibimos al
enterarnos de la muerte de Roca, y más amargo
fue aún el enterarnos también de que su familia,
que conocía sus ideas y sus sentimientos en
materia de religión, haya querido inferir un
ultraje al difunto disponiendo contra la
voluntad del finado, que se le enterrara
católicamente. Contra esa injuria con que se ha
querido manchar el nombre e historia del
compañero Roca, contra ese atropello cometido en
sus ideas y en su voluntad nosotros protestamos
con la mayor energía.
Ha muerto nuestro querido compañero, el abuelo
nuestro, cuya vida ha sido la de un valiente y
esforzado luchador.
Que su ejemplo lo sigan todos, pues ni proceso,
ni arrestos, ni otras clases de trabas con que
las clases burguesas procuraron ponerle en su
continuo batallar a favor de la clase obrera,
pudieron entibiar su fe en el ideal de
redención.
Sigamos su ejemplo, único medio que nos queda
para perpetuar su memoria.
ooooOoooo
Por no tener el cliché acabado no podemos
publicar la fotografía de nuestro compañero
Roca. La publicaremos la semana próxima.
Núm. 790, 24 de marzo de 1917
La conducción del cadáver del compañero Roca al
Cementerio
A las 8 de la noche estaba anunciada y ante la
casa del finado se reunió un numeroso público.
Se bajó el cadáver y una vez colocado en el
coche mortuorio el público se colocó a los lados
y los de la Juventud Socialista, con una mano
apoyada en el coche y descubiertos fueron
siguiendo la ruta señalada.
El público siguió hasta el Cementerio y una vez
allí los asistentes pasaron ante cadáver y el
compañero Marí pronunció unas palabras que
estuvieron acertadísimas.
Se acompañó el cadáver hasta el depósito y una
vez allí volvió el público a pasar ante él
emprendiendo luego el camino a la capital.
Según el “Correo de Mallorca”, los socialistas
quisimos despojar arbitrariamente el carácter
católico al acto y a fe que más les valiera
callar, porque los curas que se creían acompañar
al cadáver hasta su última morada hicieron un
papel muy triste y hasta muy ridículo.
¿Qué dice a ello el “Correo de Mallorca”?
Quien obró de una manera arbitraria fue su
familia que conociendo las ideas del finado, su
historia, sus campañas en cuestiones religiosas,
después de muerto enviara para que se le
administrasen la extremaunción y profanando su
cadáver.
El compañero Roca murió socialista y si hubiese
llegado a levantar la cabeza aún sin fuerzas la
hubiera emprendido a garrotazo limpio con su
familia y con los curas que tanto interés tenían
en ello.
Los socialistas obramos correctamente, cosa que
no pueden decir los católicos ni la familia del
finado.
ooooOOoooo
“La
Igualdad” sociedad de zapateros acordó en
Junta general constara en acta el sentimiento el
sentimiento por la muerte del compañero Roca,
fundador y socio de dicha Sociedad.
ooooOOoooo
La Juventud Socialista de Manacor también nos
envía el pésame.
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De Lluchmayor
Sentimos hondamente pérdida ardiente luchador
Roca. Nos sumen al pésame.
Presidente, Antonio Garcias.
Núm. 790, 24 de marzo de 1917
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