¡Electores mallorquines!

 

El estado de España en estos momentos es sumamente difícil para la Monarquía imperante. Maura y Cierva con sus grandes desatinos y barbaridades quisieron conducirnos a la peor de las autocracias. Se figuraron en su miopía gubernativa poder aplastar con su sola voluntad y su capricho de dictadores a la conciencia nacional. Un soberano puntapié del pueblo les arrojó de las alturas que creyeron un día inaccesibles.

 

Moret con su Gabinete de irresolutos, e incapaz de comprender al pueblo soliviantado por los sucesos de Barcelona y la fatal guerra de Melilla llevada a cabo por el nefasto Maura, se tamboreó en el poder en espera del ansiado decreto de disolución, hasta que las camarillas mauristas y canalejistas le derribaron a traición sacándoles por la puerta falsa que sirvió para entronizar a Canalejas, al demócrata a la moda. Subyugando éste a la voluntad de Maura que impone sus deseos dirigiendo la nave del Estado, escondido entre los bastidores, ha podido alcanzar como gracia especial de la Monarquía y de su amigo Maura la disolución de las Cortes. Gracias a la condescendencia del demócrata Canalejas, los conservadores, los que nos llevaron a morir a Marruecos los propietarios de la hidráulica Santillana los autores de la subvención a la Trasatlántica, tendrán en el Congreso una gran minoría, minoría que no hubieran ostentado, porque el pueblo español les odia a muerte.

 

Canalejas con su vergonzoso encasillado, con las coacciones de alcaldes y Ayuntamientos, con las destituciones y amenazas quiere torcer la voluntad de los electores en provecho de la caduca y enferma monarquía.

 

Pero al frente de tanta podredumbre y falsedad se levanta vigorosa y joven la coalición republicana-socialista. ¡Tanta desfachatez en los partidos turnantes tenía que traer necesariamente la unión de los partidos honrados y defensores del progreso como viene sucediendo. Mañana librarán una batalla de preparación los dos partidos opuestos. Aun lado liberales y conservadores encarnado la muerte de la nación española, al otro republicanos y socialistas representando la verdad y vida a la moderna.

 

El pueblo, el verdadero pueblo que conoce sus deberes y no consiente pisoteen sus derechos tiene que dar al traste con todos estos monárquicos de tantos colores que Pretenden aguantar un estado de cosas muy en pugna con la civilización actual y apoyar a la coalición republicana socialista dispuesta a llevar a la República y con ella la paz para la nación.

 

Dos caminos hay tan solo a seguir, o el de la libertad o el de la opresión.

 

¡Pueblo mallorquín!: Mañana es el día indicado para decidir cual de los dos caminos prefieres. Ve a votar con conciencia y nunca de arrepentirás de tu obra.

  

EL OBRERO BALEAR

Núm. 426, 7 de mayo de 1910

 

fideus/