Después de un acuerdo
EL número de
EL OBRERO BALEAR
de la semana pasada publicaba un comunicado de la sociedad “La Igualdad”,
teniendo el alto honor de aludir a mi simple persona, sobre un artículo
publicado en este mismo semanario el 15 de septiembre y firmado por mí.
He repasado algunas veces el citado artículo y no veo ninguna palabra
que sea molesta para tal sociedad, así es que, me extraña sobremanera el
proceder de su Comité en publicar el comunicado de referencia.
En mi artículo decía en su principio: “debo de manifestar, en primer
lugar, mi respeto a tal acuerdo porque es tomado por mayoría de votos,
por los que asistieron a la reunión”.
Si en un principio me expreso de esta manera, respetando a la
colectividad ¿porqué viene ésta publicando un comunicado encontrando mi
artículo “kilométrico”, “argumentos faltos de veracidad algunos,
impropios para el caso otros, y los demás bastante peregrinos e
insidiosos?”
No me empeño en lavar casa ajena ¡, pero sí, poner las cosas en su
lugar, y, si preciso fuera, trataría con más amplitud de detalles esta
cuestión tan manoseada, y que ha dado lugar a muchas polémicas
particulares.
No puedo, en manera alguna, rehuir de la contienda ni de la
responsabilidad que sobre mi caiga, cuando ella se presente franca y
noble sobre el tapete que la ha de resolver.
Si el comité de “La Igualdad”
encuentra palabras molestas en mi artículo, puede estar seguro que no
hay tal intención por parte mía, pero que conste que yo no las veo ni
las encuentra en parte alguna.
Esto no quiere decir, que no pueda expresar libremente mi opinión en un
asunto que de lejos o de cerca me atañe.
Si personas interesadas en este asunto quieren contender sobre el
particular, ningún inconveniente tengo sobre ello, y así tal vez saldría
la verborrea a relucir la verdad de todo lo sucedido.
Núm. 498, 30 de septiembre de 1911 |