Copiamos:
Don Lorenzo Bisbal, indultado
El “Fomento
del Civismo” se había interesado
repetidamente para que el señor Estrany
indultase a don
Lorenzo Bisbal , condenado a ocho años de
destierro, en virtud de la querella que por
injurias graves, entabló el referido señor
Estrany.
Este señor había accedido a la súplica que una
comisión de esta sociedad le había hecho,
prometiendo que antes de Navidad, habría
indultado al señor
Bisbal.
El sábado de la semana pasada, en la reunión de
asambleístas que se celebró en el “Centro
Reformista” se acordó a propuesta de don
Francisco Villalonga, que una comisión de
asambleístas pidiera al señor Estrany el indulto
del señor
Bisbal,
para que éste pudiera presentarse candidato en
las próximas elecciones municipales.
Nuestro presidente señor
Massanet, que había concurrido como
asambleísta al acto dicho, manifestó los
trabajos hechos por esta sociedad al mismo
objeto.
Se nombró la comisión de la que formó parte don
Jerónimo Massanet, cuyo nombre ha sido
excluido de las reseñas que la prensa diaria ha
publicado de aquel acto, dando una prueba más de
su inicua parcialidad y falta de civismo.
Esta comisión fue muy bien recibida por el señor
Estrany, quien corroboró en un todo los
manifestaciones hechas por el señor
Massanet, en la reunión antedicha, y
atendiendo a las razones que en nombre de la
Comisión hizo el propio señor
Massanet, el señor Estrany indultó acto
seguido al señor
Bisbal.
Tan grata noticia fue comunicada al señor
Bisbal,
por los señores
Massanet y
Pou, don Jerónimo.
En contestación al telegrama que le expidió
nuestro director, recibimos del señor
Bisbal,
un telegrama de agradecimiento y la carta que
transcribimos a continuación.
“Sr. D.
Jerónimo Massanet.
Palma
Muy señor mío y distinguido amigo. Su telegrama
de ayer y otros que he recibido comunicándome
los formales propósitos del señor Estrany de
indultarme de la pena de destierro que estoy
sufriendo, han producido en mí la natural
satisfacción y un gran estremecimiento de
gratitud hacia todos los señores que han tenido
el altruismo de gestionar mi libertad por
impulso de sus propios sentimientos.
Muchas lágrimas de emoción y alegría se
derramaron ayer en mi casa al leer a mi familia
el telegrama de V. y el del Sr. Pou. Casualmente
pocas horas antes había sido llamado a la
Alcaldía de Sóller en donde se me leyó un oficio
del gobierno civil en el que constaba que mi
destierro había empezado el 2 de agosto último y
terminaba el 26 de Julio de 1925, y que se me
vigilase para impedir el quebrantamiento de
dicha pena. Yo dí mi palabra de honor que
cumpliría estrictamente la sentencia de los
tribunales y además me comprometí presentarme
mensualmente a dicha autoridad.
Esta coincidencia hizo que la noticia del
indulto, que corrió por todo Sóller en un
instante, fuese acogida con más satisfacción por
parte de mi familia y del pueblo sollerense,
cuya bondad y cariño para conmigo llegan al
límite de lo extraordinario.
Repito Sr.
Massanet que le estoy muy agradecido a V. y
a cuantas personas han intervenido en mi favor,
a las que espero hará llegar el eco de mi
gratitud.
Y ahora que por las noticias que tengo considero
mi indulto una realidad, aunque falte todavía el
trámite oficial, creo es llegado el caso de
hacer una declaración que suplico a V. haga
pública en “La
Vanguardia Balear”.
Antes de tener lugar en la Audiencia las vistas
de las querellas entabladas por el señor Estrany
contra mi, dije en
EL OBRERO BALEAR
que no autorizaba a nadie para que pidiera mi
indulto y que en caso de que el señor Estrany lo
otorgase no se lo agradecería nunca. Tres
razones me indujeron a publicar dichas
manifestaciones: tener noticia de que alguien
trabajaba a mis espaldas para interponer mi
familia cerca del Sr. Estrany con objeto de
implorarle piedad, estar convencido de que los
hombres de ideas han de tener el valor de sus
actos y arrostrar sin flaquezas ni humillaciones
sus responsabilidad, y deberme a una causa que
está por encima de mi voluntad y de mi persona.
Mas ahora que el perdón ha venido sin mancha
alguna para mí ni para nadie, sin esas flaquezas
y humillaciones que me hubiesen hecho indigno de
mis ideas, sin que pueda haber en mi conciencia
ningún remordimiento que me acuse de no haber
cumplido con mi deber, ahora es cuando, sincera
y noblemente, como hombre bien nacido y ante un
acto de generosidad patente que yo no le he
buscado ni hecho nada para que otros lo
buscasen, acto que me liberta de ocho años de
secuestro, debo declarar y declaro, por libre y
espontáneo impulso de mi voluntad, que jamás he
sentido odio contra el Sr. Estrany personalmente
y que cuando de él dije y publique no fue en
sentido de ofender su persona, sino el de
condenar sus procedimientos patronales más o
menos lícitos ante la ley; pero siempre
consecuencia lógica de un sistema social que
pone en antagonismo los intereses de patronos y
obreros.
Ese sistema social y ese antagonismo que de él
se deriva es, pues, el único responsable de
cuanto sucediera entre el Sr. Estrany y yo.
Repítole las gracias, Sr.
Massanet, y ya sabe puede disponer de su
amigo Q.B.S.M.
De “La
Vanguardia Balear”
Núm. 823, 16 de noviembre de 1917
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